Camino por las verdes y húmedas avenidas de mi ciudad después de una fuerte lluvia. Al mirar mis pasos en el suelo medito sobre el contraste entre el pavimento y la tierra enlodada bajo el. Sintiendo un encanto con la tierra y el olor a la humedad, deseando caminar en libertad sobre el pasto y el lodo. Pero Siempre encontrándome con un camino pavimentado sobre el cual tengo que caminar. Miro a mi derecha y un hermoso y colorido arcoíris brilla incandescentemente bajo un hermoso y nuboso cielo azul. Como me gustaría estar en ese infinito cielo subiendo por las escaleras de ese arcoíris. Pero miro mi camino y siento los pies sobre el pavimento y vuelvo una ves mas a mi impuesta realidad.
La verdad es que ciento que no puedo caminar sobre el lodo por que es muy estúpido hacerlo y ensuciaría mis zapatos. También no puedo mirar mucho al cielo por que tropezaría con una piedra o caería en algún hoyo. Ha pesar de que siempre pueda caminar o ir donde yo quiera siempre he sentido que en esta realidad me falta la libertad. Siempre estoy sometido a sus leyes, siento que jamás podría vivir con el misterio y la magia de lo maravilloso como ha mi me gustaría. Es por eso que desde muy pequeño ya contaba con la lealtad incondicional de un amigo imaginario. Y ha medida que el tiempo pasaba yo fui creciendo y ya no era solamente un amigo imaginario, sino dos o tres y una mascota; pero no una mascota como las convencionales, como perros y gatos, sino los propios animales de las formas y colores que yo quisiera crear.
Desde gigantes robots con cabezas triangulares, hasta increíbles hombres con poderes increíbles y cabezas de ajo ,o algo que se me ocurriera. Yo Podía crear y crear sin limites, lo que yo quisiera o se me daba la gana crear. En la escuela siempre fui tímido al momento de conocer una nueva persona, pero durante mi infancia siempre me vi rodeado de muchos buenos amigos. Aunque de manera imperativa las leyes de los opuestos de la vida hacían que tanto cosas buenas como malas, me fueran sucediendo ha lo largo de mi vida. Siempre para los momentos malos tenia un lugar donde ir y unos amigos con los que jugar para olvidarme de lo riguroso que podían ser algunos días. Cuando estaba muy cansado de mis tareas de la escuela y lo estricta que era mi madre, siempre podía ponerme ha pensar en algo y escapar de ese duro momento. La verdad siempre fue así hasta ahora mismo. Pero la verdad siempre tuve ese choque de lo que era real y lo que solo era una creación de mi poderosa imaginación.
La monotonía del pasar de los días y lo vacío que era compartir con mis compañeros de universidad, provocaban en mi el impulso de una ves mas jugar y estar acompañado de mis creaciones mentales y no estar con gente mala del exterior.
Cuantas veces al que llame un amigo me decepciono. Cuantas veces una mujer me rompió el corazón. Cuantas veces me apeno las cosas que mostraba la televisión. Me sorprendía y decepcionaba el odio y el daño que era capas de hacer una persona a otra. Cuantas veces un compañero mas adinerado nos humillaba por no tener todos los recursos económicos que poseía.
Cuantas veces vi llorar a las chicas que me gustaron y se rieron de mi, siendo engañadas y usadas solamente para pasar un rato por el tipo que ella amaba o les gustaba. Los momentos que realmente me sentía feliz eran cuando en medio de toda la felicidad que podía sentir en un momento, era justo cuando yo sentía que no estaba aquí. Encerrado y sometido a los va y vienes del péndulo y la ruleta de la suerte de los acontecimientos en la vida.
Es por eso que empecé solamente a imaginar. Ya había estudiado la forma de llevar ha cabo mi gran proyecto. Primero tenia que ser una superficie firme donde sobre ella construir mi hermoso mundo. Lo segundo las leyes físicas que gobernaran y tercero que y quienes serian los habitantes de mi magnifica obra de arte imaginativa. En cuanto a las leyes físicas para no complicarme tanto las cree similares a las del mundo que vivo yo. Pero respecto a los matices el cielo lo quise hacer verde y el pasto celeste. Los colores predominantes de la vegetación seria el celeste como lo es el verde. Y las flores y los arboles los fui creando de las formas y colores que mas me agradaban. Lo común de mi mundo eran los arboles de troncos morados y hojas celestes.
El costoso trabajo mental de crear mi mundo no me produjo mas que una u otra migraña. Pero la concentración que llevaba a cabo para poder sentir la brisa del fresco aire, o sentir la textura y la dureza de los morados troncos llevaba mucho tiempo.
Después de mis largas horas de meditación y creación tenia que también ordenar los tiempos de mi realidad en cuanto a mis estudios y deberes. No podía vivir solamente del pensamiento.
Después de estar y de cumplir mi rol en mi mundo quedaba con la sensación de desagrado. Me sentía sucio por habitar en un mundo donde ocurrieran tantas cosas malas por decir lo menos.
Al llegar a mi casa y encontrar un lugar cómodo donde aislarme. Con los sonidos relajantes de mis audífonos entrando en un profundo trance lograba alejarme aun mas de mi realidad. Hasta que podía llegar ha ese rincón de mi mente donde estaba mi obra de arte. La verdad mientras estaba en la vida real pensaba en hacer un mar, Pero nunca pensé que tal prodigio maravilloso podría pasar por si solo. Los sonidos de las olas de un inmenso mar esmeralda aceleraban mi pulso y me extasiaba con su increíble belleza, iluminada por un luminoso y blanco sol; como una brillante perla en el cielo. El fresco viento se deslizaba sobre mi rostro. Me estaba enamorando de mi creación. Mi secreto y mi obsesión.
Levante cerros y rompí enormes rocas, levante hermosas islas desde el fondo del mar, Saboree y cree nuevos frutos y vegetales; de distintas texturas. Cree cálidos y agradables climas, como también hostiles. Cree un cálido y rosado fuego. Dibuje azules relámpagos en las verdes tempestades. La tierra y el lodo era morado. Con texturas similares a la de mi mundo para hacerlo mas fácil para mi mente. Invente olores y fragancias como también hedores. La lava de los enormes volcanes morados era rosa y calentaba donde los climas eran mas fríos. Pero rodeado de tanta belleza aun no habitaba un solo ser vivo mi creación.
En mi vida cotidiana todo trascurría con normalidad, pero la exigencia de la universidad no me daba el tiempo necesario para poder concentrarme en mi mundo. Fue un mes de exámenes que se me hiso difícil, pero aprobando todas mis asignaturas semestrales podía volver a concentrarme en mi creación.
Tome a mis amigos imaginarios de la infancia y los lleve donde seria su nuevo hogar; fuera de mi capa externa de imaginación y pensamiento. Los puse sobre las celestes praderas. El clima era cálido y el viento perfumado con las flores provoco en mis amigos una gran fascinación. Observaban atónitos y maravillados, los colores y las formas. Luego nos pusimos a jugar sobre el celeste pasto, ha perseguirnos igual a cuando era un niño. Después del rato de juegos se había oscurecido y el cielo se puso verde oscuro. Hiso un poco de frio y encendimos una fogata con unas viejas y secas ramas que encontramos de un morado árbol. El rosado fuego no se hiso esperar y comenzamos a calentarnos alrededor de el. La verdad nos dio hambre a todos, pero lo que teníamos era antojos de carne o pescado. No tuve otra opción que acercarme a un rio que no estaba muy lejos de la fogata y imágenes peces de distintas formas y colores. Una ves llenadas las verdes aguas oscurecidas por la noche, cree una caña de pescar mental. Mis amigos también me pidieron unas y todos pescábamos en la noche que se crearon los peces. Luego de haber pescado varios ejemplares, nos pusimos a cocinarlos sobre las rosadas llamas. Un amigo molió unos frutos y los mesclo con el agua hasta crear el primer jugo. Una ves listos los pescados saboreamos su jugosa carne y la verdad no tenían nada que envidiarles a los pescados de mi mundo real. Nos pusimos a cantar canciones que me gustaban cuando era niño hasta que nos dormimos rodeando las rosadas llamas.
AL otro día al despertar echamos de menos el sonido de los pájaros en la mañana y los cree con distintas tonalidades formas y tamaños. El canto de esas aves era muy agradable, como las de ninguna otra escuchada antes.
Luego con mis amigos nos pusimos a observar un arroyo. Pero también echamos de menos los animales. Y los cree unos como los de la tierra y otros como solo mi gran imaginación los pudiera crear. Carnívoros, herbívoros, ovíparos los cree. Pero con la ley de que ningún animal carnívoro podría atacarme a mi y a mis amigos. Con un poco de temor probamos si esa orden había sido acatada por los animales y me acerque a un rayado tigre azul. El animal se lamia sus patas delanteras y nos vio pasar con indiferencia. Eso era un alivio.
Pasados los días cree un inmenso castillo blanco y discutí con mis amigos la posibilidad de crear una civilización inteligente, y que formas y cualidades tendrían.
Para no esforzar tanto mi poderosa imaginación los crearíamos como los de mi planeta, con sus cosas buenas y malas. En el caso de aflorar esta ultima cualidad yo los regiría como su rey para evitar el daño que se podrían hacer.
Primero cree sus hogares en una superficie plana que encontré cercana a un rio. No cree mas de veinte casas de maderas de los morados arboles. Con salas, dormitorios, camas, todo lo que fuera a necesitar una casa. Y lo mas importante de que me preocupe al hacerlas, que fueran cálidas y acogedoras.
Dejado el profundo trance deje a mis amigos pendientes de mi imaginario mundo. Debía ocuparme de mis deberes con mi mundo.
Los días transcurrían con normalidad y cada ves me desencantaba mas del mundo que yo habitaba. Reflexione y me pude percatar que el problema era que no había un rey justo y de poder e inteligencia superior a nosotros reinando nuestro azul planeta. Sentí lastima por nosotros los hijos abandonados de nuestro omnipotente creador. Quizás tal como yo creo este mundo hasta su fin, y pasado un tiempo con nuestra civilización se aburrió, y nos dejo para crear mas mundos o preocuparse de los problemas de su mundo natal. Esa posibilidad era muy lógica ¿pero como saber que es real o no?. Si lo que yo imagino es mi creación eso también me hace un dios, el dios de mi creación.
Fue así con esta idea de señor omnipotente cree a los primeros habitantes de mi imaginario mundo. Copie cuerpos de hermosas mujeres tomadas de revistas de modas. Y también los de atractivos actores, dando origen a una hermosa raza. Según lo que yo consideraba hermoso. Y cree todo tipo de colores de ojos y de cabello. Y respecto a la piel las tonalidades de la piel eran blancas con una tonalidad azulada.
Fue así como aloje a los primeros habitantes en sus casas. Les enseñe el secreto del fuego y la mecánica de la rueda. También les enseñe donde encontrar acero y como trabajarlo.
Desde mi castillo blanco podía observar el humo que salía de las chimeneas de las casas. Era increíble la forma en que esas veinte primeras casas se iban expandiendo de forma exponencial. Los hermosos habitantes ya utilizaban herramientas de caza. Y también sabían trabajar y cultivar la tierra según las estaciones del año. O diría yo el primer año. Todo iba normal pero la vida era indefinida tanto para animales como para hombres. Excepto que entre estos se mataran para alimentarse. Y al miedo de la creciente población animal y humana tuve que crear la ley imperante de la muerte. Podía ser de vejes o enfermedad, porque también cree las primeras para darles mas retos a mi civilización. Y así también aparecieron los primeros médicos.
En la monotonía de mi mundo real ya había terminado mi carrera universitaria y también ya tenia un hogar y un buen trabajo. Amigos y distracciones. Pero nada era comparado a cuando visitaba mi hermoso mundo. Respecto este amor a este imaginario mundo me ha llevado a ser una persona solitaria. Soltero ya a mis cuarenta años, sentía que no necesitaba de los placeres y el cariño de una mujer de este mundo. Ya que podía tomar el amor de la mujer que yo quisiera y hacer todo lo que yo quisiera en mi creación.
Yo soy el rey y también soy dios y viviré mi vida en el mundo real hasta morir para dejarlo. Y convertirme en el ser todopoderoso de mi creación mental por derecho, ¡reclamare ese trono!.
ESTÁS LEYENDO
Imaginación sin límites
FantasyUn chico decepcionado con la vida usa su poderosa imaginación para crear un mundo totalmente nuevo