24

528 60 27
                                    

-Y eso fue lo que pasó-

Cómo se había hecho costumbre desde hace semanas, Mariana y Roier se encontraban tomando café en el comedor, ambos con semblante serio y un poco preocupados.

-Verga wey siento que no planeamos bien las cosas- Osvaldo llevó sus manos a su cabello en signo de estrés -Actuamos muy a lo impulsivo siento yo men-

-Ya ni me digas valdo- soltó un suspiro, toda esa situación lo agotaba, fingir su muerte solo por una infidelidad, ¿Cómo eso había sido una buena idea? Fue muy extremista y tonto de su parte.

-Hablando de impulsividad...- valdo jugo con la taza humeante entre sus manos.

-¿qué hiciste pendejo?- enarco su ceja -no me digas que embarazaste al pinche Slime o un pedo así-

-No, creo que es peor, sabes que salí ayer- Roier asintió -Pues me regresé temprano a casa de Slime porque me encontré a alguien acá muy mal-

-Ve rápido pendejo que me da ansia- Roier hablo desesperado pues le alteraba más la extraña actitud de Quackity que la vida de ebrio que aún llevaba su amigo.

-El pinche Spreen estaba en el bar chillando por ti y me dio pena y ahorita está en mi casa- soltó de forma acelerada y con pánico en sus palabras.

Hubo un silencio enorme dentro de la sala, Mariana veía fijamente y con nerviosismo a su amigo.

-¿Qué pedo?- Roier se levantó de la mesa en un movimiento rápido -¿¡Qué pedo!?- repitió la pregunta con más efusividad -¿¡De qué chingados se trata Mariana!?-

Estaba confundido y muy alterado, que sentido tenía que Mariana hiciera tal cosa ¿No le cagaba Spreen? ¿No estaba consciente de la situación? ¿Por qué hizo esa acción de ayudarlo?, Eso lo hacía sentir... traicionado.

-¡Es que me recordó mucho a mi Ro!, no te das cuenta, alguien despechado por un amor que no funcionó, yo me sentí mal por él- intento excusarse.

-No mames pendejo ¿¡Cómo vergas va a ser lo mismo!? El me engaño, tu fuiste el primero que me lo dijo, tu me convenciste de dejarlo y me apoyaste a armar todo un show ¿Para qué?, para que luego tú le dieras asilo y sintieras lástima por él- sus ojos empezaron a lagrimear, no le hallaba sentido a lo que le contaba su mejor amigo.

-Roier, cálmate por favor, hablemos bien no quiero que volvamos a pelear- Mariana se levantó y a paso lento se acercó a su amigo.

-¡Vete a la chingada Osvaldo!- lo empujó con fuerza, casi tirándolo al piso -Ve a atender a tu amiguito yo ya no necesito a ninguno de los dos- entre más empujones y lágrimas logró sacar al alto del hogar, cerrando la puerta con fuerza y dejándose caer.

¿Por qué cuando todo parecía ir bien terminaba peor?

Lloró en silencio, recordando que Dapper seguía durmiendo y esperaba que la pelea no lo haya despertado.

Estaba confundido y muy dolido, en su corazón aún quería a Spreen, no es fácil superar a un ex amor con el que, quiera o no, sigue casado.
Pero tampoco le era fácil olvidar las intenciones del oso, quitarle todo y huir con quién era uno de sus amigos, y ahora la reciente confesión de que Mariana le había dado asiló.

Nuevamente el sentimiento de traición lo invadió, pero se negaba a aceptarlo, tal como la primera vez.

Mariana iba pateando el pasto y soltando insultos entre murmullos que muy difícilmente alguien podía entender

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mariana iba pateando el pasto y soltando insultos entre murmullos que muy difícilmente alguien podía entender.

No sabía cómo es que contarle aquella "acción de buena fé" había parecido buena idea, era más que obvio que Roier lo iba a tomar mal y no tenía la culpa, sinceramente el hubiera reaccionado igual si le pasará algo similar.

Caminó hasta llegar a su humilde hogar que compartía con el chico de Slime y ahora con aquel híbrido de oso, dejo escapar un suspiro cansado antes de entrar.

Sus ojos se abrieron de par en par al ver cómo Charlie se encontraba lanzándole platos al pelinegro que solo buscaba cubrirse con un cojín.

-¿Qué chingados están haciendo?- llamó la atención de ambos hombres con su tono de voz molesto.

-¡Ese idiota!- señaló aún sosteniendo un plato en su mano - ¡Apenas despertó se me acercó y quiso besarme!- acusó con molestia e indignación.

-¡Eso no es cierto pelotudo!- contra atacó con el mismo sentimiento -Escuchame Mariana se que vos no confías en mí, pero no tenía esas intenciones con tu esposo- volteó para ver directo a los ojos del alto -Llevo despierto desde hace un toque y había un café enfrente así que me lo tomé para bajarme la cruda en eso llegó esa cosa y me dijo que no lo tocará-

Slime se encogió de hombres y eso basto para que Mariana supiera que había mentido, de igual forma dejo que Spreen terminará su explicación.

-Yo me le acerqué y le dije que quien carajo era porque no lo recuerdo y empezó a gritar que tenía esposa y que eras tú y que si lo tocaba me iba a matar luego no se de dónde coño saco los platos ¡y me los empezó a lanzar!- acusó y finalizó su explicación enseñándole una seña obscena con la mano.

-Slime no puedes estar acusándolo, si es un pinche infiel, traidor, mentiroso pero debemos acusarlo solo cuando es verdad- habló con calma para bajar el ambiente tenso.

-I'm sorry my wife, I think if I acted a little dramatic, I'm so sorry Spreen- utilizó su lengua materna para que sus disculpas se entendieran bien y no haya un fallo en su traducción.

-No te preocupes wacho todo tranca- ahora le mostró un pulgar arriba, acabando con la pequeña rivalidad que generaron.

-Bueno ya que estás bien yo creo que ya te puedes ir- Mariana se cruzó de brazos y su rostro se mantenía serio.

-Para, antes de que me corras de tu casa- jugó con sus dedos mostrando nerviosismo -¿Crees que me puedas ayudar para hablar con Roier?-

Mariana soltó una risa sarcástica, Slime incluso lo acompaño, como si aquella pregunta fuera un mal chiste.

-¿de qué se ríen? Es enserio, me gustaría hablar con Roier y pedirle disculpas- se veía apenado, buscando convencer a los dueños de la casa y que notarán que hablaba con sinceridad.

-Spreen, sinceramente, no mames- Osvaldo limpio una lágrima que había escapado por aquel "mal chiste" -Roier incluso se enojo conmigo porque te tengo aquí, neta no creo que quiera hablar contigo men-

-¡Por eso te estoy pidiendo ayuda pelotudo!- su tono cambio a uno desesperado.

-Cuida como le hablas a mi esposa asshole- Charlie salió a defender a su prometido, no era muy bueno en el español pero sabia que había insultado a Mariana.

-Perdón pero es enserio, quiero hablar con Roier, no creo que podamos volver pero si hablar y no quedar tan mal-

Mariana y Charlie intercambiaron miradas, volvieron a ver a Spreen y con duda asintieron.

Tal vez lo mejor para Roier era tener una última plática.


















Estoy cansado jefe 😪

Querido amigo!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora