Capítulo 6

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Kakashi 🍓

Ya casi era hora, estaba todo planeado, solo tenía que distraer por un rato a Obito y listo, sencillo, verdad?

- Muy bien Kakashi, ¿tienes claro lo que vas a hacer?

- Sí Rin, lo has repetido varias veces

Soltando una risa nerviosa, respondió -Lo sé, es solo que quiero que todo salga perfecto, Obito siempre se esfuerza en mis cumpleaños que quiero hacer lo mismo por él

El suspiro que salió de sus labios, no de aburrimiento ni mucho menos de irritación, fue uno de anheló, un anheló que estuvo mucho tiempo en el fondo de su corazón que hasta ahora se daba cuenta de cuánto realmente le afectaba, si tan solo todo hubiera salido bien antes...

- ¡Mira! ¡Ahí está Obito!

- ¿Ah? -volteando a ver hacia donde su compañera señaló observó como el Uchiha ayudaba a una anciana a cruzar la calle

- Andando, ve de una vez, recuerda, no dejes que se acerque a su departamento antes de la hora acordada

- Sí, sí, ya lo sé

Ya sé podía imaginar cómo esto podría acabar mal en más de una forma, Kami-sama le ayude

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Todo estaba tranquilo, era un día hermoso, el sol brillante, los pajaritos cantaban, los niños reían y corrían de un lado a otro, sip, un día completamente normal.

Hasta que..

- Oi, Obito, ¿Cómo estás?

Ok, tal vez no quería ser tan grosero, sabía que había cambiado y ya no era el mismo niño amargado se hace años, tenía que tranquilizarse

- Me preguntaba si quisieras ir a dar una vuelta conmigo a la aldea, ya sabes, por tu cumpleaños

- ¿Eh?

¿Qué-

¡¡¡KAKASHI QUERIA LLEVARLO A DAR LA VUELTA, CON ÉL !!!

- ...

Estaba seguro que su cara tenía una extraña mueca pues sentía como sus ojos se abrían de la impresión y sus entrecejo se contraía de la incredulidad, los segundos pasaban y no salía de su trance, eso al parecer estaba empezando a molestar y divertir por partes iguales a su compañero

- Oye, estás bi-

Antes de poder terminar su pregunta el Uchiha lo interrumpió, un poco... Exaltado

- ¿¡Quién eres y que le hiciste a Bakakashi!? ¿¡Estás usando un genjutsu o un disfraz para hacerte pasar por él, no!?, pero, tu chakra es el mismo y - mientras hablaba se acercó al Hatake para revisarlo de pies a cabeza, incluso llegó a jalar sus mejillas y su cabello para comprobar si era un disfraz, y esto colmo la paciencia del "beta".

Un golpe seco se escuchó y la gente curiosa volteo a ver qué había sucedido, solo para observar a un peliplata arrastrando a un Uchiha con un gran golpe en la cabeza semi-inconciente.

Este día será largo.

Pensó ya cansado, y eso que apenas empezaba su recorrido del plan.

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El bosque se extendía ante Naruto, un tapiz verde que parecía infinito bajo el sol que se filtraba entre las hojas. El rubio caminaba sin rumbo fijo, con la mente ocupada en una idea que había surgido como un destello en su mente inquieta: encontrar a su alma gemela. Al principio, la idea de apostar por ello le había parecido emocionante, una aventura llena de posibilidades. Pero conforme avanzaba entre los árboles, esa emoción inicial fue cediendo ante la incertidumbre y el miedo.

¿Cómo sería su alma gemela? ¿De qué tipo de persona estaría destinado a enamorarse? Estas preguntas lo atormentaban mientras caminaba, llenándolo de dudas y temores. Se imaginaba escenarios horribles, finales trágicos que lo hacían desear nunca encontrarla. El malestar lo invadió, pero estaba tan absorto en sus pensamientos que no prestó atención al camino. Fue así como, inevitablemente, tropezó y rodó por el suelo, adolorido por la caída.

Cuando se levantó y sacudió la tierra de su ropa, dispuesto a volver a la aldea, sus ojos se encontraron con los de un chico que estaba frente a él. Alto y de piel pálida, con cabello azabache y ojos tan oscuros como la noche sin estrellas, el chico emanaba una aura de misterio y serenidad. A pesar de su juventud, parecía tener una sabiduría que trascendía su edad.

– ¿Estás bien, niño? Vi cómo te resbalaste –preguntó el chico con preocupación en sus ojos, acercándose a Naruto.

El rubio se sintió nervioso por la preocupación del desconocido y respondió con su típica bravuconería:

– Estoy bien, eso no es nada para el próximo Hokage, dattebayo.

Pero en el fondo, su corazón latía con fuerza, emocionado por haber encontrado a su alma gemela en aquel joven. El chico lo miró con aún más preocupación al ver su intento de marcharse, deteniéndolo antes de que pudiera alejarse.

– Espera, si empiezas a caminar hasta tu casa, tu tobillo se lastimará más –le regañó, notando el enrojecimiento e hinchazón en el tobillo de Naruto.

El rubio se sintió nervioso ante la atención del chico, incapaz de recordar cuándo fue la última vez que alguien que no fuera su familia lo había cuidado de esa manera. Mientras el chico lo cargaba en sus brazos, Naruto se dejó llevar por la sensación de seguridad y protección que emanaba de él.

Caminaron juntos hacia la aldea, el chico llevando a Naruto en sus brazos con determinación. Pasaron junto a los aldeanos, ignorando las miradas de desaprobación que recibían. El rubio se sintió reconfortado por la presencia del chico a su lado, sabiendo que no estaba solo en ese mundo que tantas veces lo había rechazado.

Poco a poco, mientras avanzaban hacia el hogar de Naruto, el rubio empezó a darse cuenta de que el chico conocía el camino demasiado bien. Recordó las miradas de temor y desconfianza que solían dirigirle a su hogar, el lugar donde "vivía el demonio". La certeza de que el chico no era un civil común lo alertó, pues los aldeanos no se acercaban al bosque sin ir en grupos, despertando una sensación de intriga y cautela en su interior.

El camino los llevó hasta el departamento de Naruto, donde el chico lo dejó con cuidado en el suelo. Naruto le agradeció, aun algo alerta, el joven azabache frente a él solo le dió una pequeña sonrisa antes de desaparecer entre las sombras de los alrededores, dejó al rubio preguntándose quién era en realidad aquel extraño que había cruzado su camino.

Esa noche, mientras el bosque se sumía en la oscuridad y las estrellas titilaban en el cielo, Naruto se quedó despierto en su cama, pensando en el encuentro fortuito con aquel misterioso chico. Una sensación de anticipación y emoción lo invadió, haciéndole preguntarse qué depararía el destino para él y su nueva alma gemela.

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Por fin el primer encuentro de Naruto con su alma gemela, fue algo vago su encuentro, pero el pequeño rubio espera volver a verlo pronto, y no se preocupen, su siguiente encuentro será más formal, por decirlo de alguna forma.

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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