Día 1: Despedida (Jinx)

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Aquella muchacha de enormes trenzas descansaba sobre el techo del viejo almacén donde aquella terrible perdida se llevó a cabo, la muerte definitiva de Powder, la pérdida de la relación con su hermana todo por culpa de una vigilante y... la muerte de Silco, ella bebe de su vaso decorado, teniendo otro que era el que usaba el caballero ahora fallecido.

- Sabes... no puedo evitar sentir un nudo en la garganta cada que lo recuerdo, aunque ya es tarde para remediar lo que he hecho y no hay forma en la que regreses a mi lado... te necesito... es curioso como eras mi refugio, aunque al final siempre fuiste la única opción que tenía, Vi me abandonó, Vander murió, ¿que más me quedaba?...-

La chica se dejó caer sobre la mesa donde había sido el festín de aquella noche, aún estan en el suelo los casquillos de las balas disparadas ese dia, y sobre la silla donde Silco estaba, la clara mancha de sangre, recordandole a Jinx su error una y otra vez.

-Todo fue su culpa... y de esa estúpida piltilla, dime por favor que es lo que tengo que hacer, es como si.. fuese solo una marioneta, ni siquiera era yo.. no quería dispararte...no quería mat....-

Se interrumpió a si misma para luego arder en rabia, lanzando lejos la silla donde Violet se había sentado y destruyendo la de Caitlyn, cuando estaba a punto de acabar con la de aquel tutor se detuvo....no podía hacerlo, la imagen de su "padre" sentado ahí le carcome el corazón, mientras escucha una y otra vez "Todo es tu culpa"

-Hice algo que no tiene perdón... me seguirás por el resto de mi vida... sabias que esto podía pasar.. Sevika te lo advertía muchas veces y nunca te deshiciste de mi aun y con eso... pero dime entonces... ¿Porqué siento que me odias?...-

Se preguntaba mientras tomaba asiento en la silla, acariciando las manchas secas con sumo cuidado para no desprenderlas, era lo poco que le quedaba de él, la única parte que le pertenecía directamente, las lagrimas amargas y frías corren por sus mejillas, mojando el cojín empolvado de la silla

-Quiero que sepas que me duele tu partida... nada de lo que haga va a cambiar el pasado... ya lo intenté, por favor Silco... perdoname.. te extraño demasiado... Janna te tendrá en sus brazos y bendecirá tu espíritu con los suaves vientos de la eternidad... te extraño demasiado... padre-

Finalmente, la peliazul tiró la bebida a los pies de la silla y tal como una bestia, un grito lleno de ira, rencor y pesadez se podía escuchar por los rincones de los carriles, anunciando el sufrimiento no solo de Jinx, sino de aquella niña que alguna vez tuvo quien amar, ahora ha quedado completamente sola, atormentada por los recuerdos de una vida que quizá, jamás debió ser suya, quizá el destino le hubiera favorecido si le hubieran permitido ayudar...

angstober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora