En una soleada mañana de verano en Bangkok, Mew caminaba por un parque, disfrutando de la brisa fresca. Su cabello dorado brillaba bajo el sol, y su sonrisa iluminaba el lugar. Mientras caminaba, notó a un joven de ojos profundos y cabello oscuro sentado en un banco, concentrado en su libro, le pareció muy interesante ya que el también era un apasionado por la lectura
Gulf, ajeno a la presencia de Mew, estaba absorto en su lectura. Sin embargo, sus miradas se cruzaron cuando Mew tropezó con una raíz del árbol. Mew cayó al suelo, y Gulf rápidamente dejó su libro a un lado para ayudar.
Gulf extendió su mano hacia Mew y lo ayudó a levantarse. Sus miradas se encontraron nuevamente, pero esta vez hubo una chispa de reconocimiento. Gulf, tímidamente, se presentó
"Hola, me llamo Gulf"
y Mew respondió con su característica amabilidad. Pronto, comenzaron a conversar y descubrieron que compartían intereses similares, a los dos les encantaba la lectura y querían visitar muchos lugares de Bangkok
Con el tiempo, su amistad creció.
Comenzaron a pasar más tiempo juntos, compartiendo risas y secretos.
Gulf se dio cuenta de que Mew era una persona especial, alguien que entendía su mundo de una manera única.
A medida que pasaban más tiempo juntos, Mew y Gulf comenzaron a notar la conexión especial que compartían. Sus corazones latían al unísono, y sus risas resonaban como una melodía armoniosa. Cada momento que pasaban juntos era como un capítulo nuevo en su historia.
En una tarde cálida, mientras caminaban por la playa, el sol se puso en el horizonte. Mew miró a Gulf y susurró,
"Eres mi sol, Gulf".
Gulf sonrió y respondió,
"Y tú eres mi luz, Mew".
Sus manos se entrelazaron, sellando su conexión aún más fuerte.
Los días pasaron, y Mew y Gulf crearon dulces recuerdos juntos. Pasearon de la mano por el mercado nocturno, compartieron helados y se rieron bajo las estrellas. Cada gesto cariñoso y cada mirada significativa fortalecían su amor.
Un día, Mew llevó a Gulf a un jardín de flores. Las flores estaban en plena floración, y el aroma embriagador llenaba el aire. Mew le regaló una flor a Gulf y le dijo:
"Esta flor es como nuestro amor, siempre en crecimiento y lleno de belleza".
Gulf sonrió y guardó la flor en su bolsillo, prometiendo cuidarla para siempre.
Mew y Gulf decidieron embarcarse en una aventura juntos. Empacaron sus maletas y se dirigieron a una isla remota en el sur de Tailandia. Durante su viaje en barco, se abrazaron mientras observaban el horizonte. El destino prometía momentos emocionantes.
En la isla, exploraron playas desiertas, nadaron en aguas cristalinas y disfrutaron de románticas cenas al atardecer. Las noches estrelladas les regalaban momentos mágicos en los que se prometieron amor eterno bajo el cielo brillante.
A medida que su relación se fortalecía, Mew y Gulf enfrentaron desafíos juntos. Aprendieron a apoyarse mutuamente en momentos difíciles y celebrar juntos los triunfos. Su amor era una fuente de fuerza que les permitía superar cualquier obstáculo.
Una noche, mientras observaban el cielo estrellado, Gulf confesó sus miedos y sueños más profundos.
"Quisiera poder viajar por toda Tailandia a tu lado sin soltar tu mano"
"Yo también quisiera crear más recuerdos a tu lado Gulf, quisiera pasar mi vida entera a tu lado, tu eres lo más bonito que me a pasado en esta vida"
