IVETTE
Miraba el celular con un nudo en la garganta. Las fotos de Mason y Zoe besándose me partían el corazón, Pensé que él no era como el resto, Pero al parecer me equivoqué. A pesar que muchos daban especulaciones sobre el tema yo los había ignorado todos, decía que las personas se inventan cosas. Igual. Él siempre negó todo, obvio, yo le creía. Pero con tan solo mirar esa foto se me sube la bilis por la garganta.
No digo nada, no me muevo. Siento como si me tiraran un balde enorme de agua con hielo encima, incluso peor que el polo norte. Mi mirada no se aparta de ese celular, mi mano tiembla, mis latidos se aceleran. Siento que late en todo mi cuerpo, los sonidos cesan y mis oídos se inundan del latido.
Pero en eso escucho un sollozo a mi costado. Mia. Es como si ese sonido me hubiera hecho pisar tierra, Volteé a ver a mi mejor amiga, Al verla vi como las lágrimas acudían a sus ojos y fluían en su mejilla. Su mirada fija en el celular, observaba la traición de su novio - espero que ahora ex - con la morena resentida, Ósea Zoe.
Ese apodo le pusimos a Zoe ya que, toda la vida ha presumido de su pelo marrón largo y lacio, presumía de lo bonito que era y brillaba. Y hace unos meses se lo pinto a rubio. Tanto que se quejaba de las chicas que se lo pintaban y ahora ya no lo llevaban natural.
- ¿Estás bien? – es lo único que pude articular. Mi tono era un hilo de voz, mencioné dudosa cuál será su respuesta.
No me salían las palabras, ver al novio de mi mejor amiga en una foto en la puerta de su casa besándose con Zoe a la vista de todo el mundo. Y no solamente esa, había más fotos y si eran fotos en lugares en donde podía salir cualquier adolescente. Además, hay fotos que están en el colegio, en su carro, en todos lados.
- No – dijo dándole un último vistazo – pero lo estaré.
Cuando terminó de pronunciar esas últimas palabras su mirada se separó de la pantalla, en ese momento bloquee la pantalla de su celular para que ya no vea esas fotos.
- Bien – dije casi en un suspiro - ¿Quieres hablar de esto?
Espero que sí. Ella siempre habla, habla hasta cuando no debería. Muchas veces en el colegio nos han puesto advertencias por estar hablando en clase o por quedarnos en el recreo hablando cuando ya había sonado la campana. Siempre está hablando por todo. Muchas veces había considerado meterle algo en la boca para que se callara. Por eso cuando queríamos estudiar juntas siempre salía mal.
Su silencio es angustiante. Me dan ganas de cortarme las venas solamente por eso.
Algo que he aprendido con los años es que si hay silencio y Mía es la razón o el mundo se está acabando y todos vamos a morir en cuestión de segundos o que está dolida. Pero puff. Dolida dolida. Ósea dos veces repetidas eso si es fuerte.
- No – dijo tajante.
Sabía que se sentía destrozada, lo veía en sus expresiones y nada que decir de sus ojos. Mason había sido su novio desde hace casi dos años. Volteé mi vista y la vi perdida mirando sus manos. Nunca la había visto tan ida, sus ojos marrones se veían perdidos y desconcertados, su pelo rubio y liso le caía por los hombros. Haciendo que varios mechones le tapen la cara.
Me duele verla así. Ella ha sido mi amiga toda la vida, nos conocimos en el jardín de infantes, cuando apenas teníamos 5 años. Su manera de ver la vida no ha cambiado mucho tengo que decir. Sigue siendo la chica soñadora, enamorada de la idea del amor, sonriente y que siempre va a estar para ti, como lo estuvo conmigo cuando paso eso, más bien cuando pasa...
ESTÁS LEYENDO
Tú eres el problema
Teen FictionIvette Morris vive una vida normal como cualquier adolescente de 17 años, va al colegio, sale con sus amigos de fiesta, tiene un trabajo de medio tiempo, tiene a sus dos mejores amigos... Pero todo su mundo se complica cuando aparece Trey Evanson...