declaración

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la semana pasó rápido, y quackity estaba muriendo de los nervios.

era el día donde le diría a roier que, aunque no era el mismo tipo de interés, quería experimentar y ver cómo iban las cosas.

iba camino al salón de roier, cuanto más rápido le decía más rápido terminaba este tormento, por lo que decidió decirle en la salida. su mente daba vueltas, estaba nervioso y parecía jitomate.

cómo no estar así? se podría decir que se iba a declarar, al menos para él lo era. aceptar que tenía cierta atracción e interés ya había sido un paso muy difícil, expresarlo era casi imposible.

al llegar al salón vio a roier riendo, ciertamente él era alguien atractivo, quackity nunca lo negó, pero al conocerlo más no podía sacar de su cabeza sus bellas facciones. sus ojos, que eran un café bonito los cuales cambiaban de tonalidad dependiendo el clima, su sonrisa tan tierna, su nariz tan bella que se arrugaba cuando se enojaba o reía muy fuerte, las pocas pecas que parecían chispas de chocolate (da la coincidencia que las chispas le gustan mucho a quackity), el rubor que aparece cuando se avergüenza...

basta, solo te interesa.

prosigamos.

después de su pequeño momento heterosexual, se dio cuenta que aquel arácnido estaba con sus amigos, obviamente.

mejor me vo--

"quackity?"

puta madre.

"s... si?" pregunta, tratando contener sus ganas de salir corriendo y llorar.

"qué pasó men, necesitas algo?" pregunta mariana, confundido.

"no, está bien... quería decirle algo a roier pero me espero".

"no, no, ya nos ibamos no te preocupes" responde rivers.

los tres se van, dejando a roier y quackity solos.

"quackity! qué querías decirme?"

"ah..." sí se puede.

"podemos... ir a un lugar más privado?"

"claro!"

-

los dos se encontraban en un aula más alejada de la salida.

"bien" dice roier, "ya estamos aquí, ahora, qué pasó?"

es ahora o nunca.

"yo- mira..." suspira, "sobre tu confesión... yo, lo pensé y--" no puedo.

quackity comienza a temblar, siente que todo el mundo lo está viendo, tiene miedo.

"estás bien?" roier se acerca a quackity, tomándolo del hombro, "estás poniendote rojo- necesitas algo?".

"eres un pendejo..." quackity dice sin pensarlo y lo abraza, comenzando a llorar.

"yo... yo empecé a interesarme en ti" dice en voz temblorosa, hundiéndose más en el pecho de roier, "me atraes, quiero saber si puedo enamorarme de ti".

cómo?

se queda congelado, no sabe qué hacer. es muy tarde para decir que en realidad él no siente lo mismo?

varios segundos pasan y quackity suelta a roier.

"yo... yo no te gusto verdad?" suelta de repente, "está bien, era obvio--"

"no" toma a quackity del brazo, "e- espera"

pendejo lo llamaban.

"me gustas, sí" dice roier, acercando a quackity más, "cómo puedo demostrar que me vuelves loco?" qué haces?!

"e- eh?"

sin pensarlo más, toma a quackity de las mejillas y junta sus labios.

lo besó, y no pararon, ninguno quiso.

un beso más para el arácnido, el primero de amor verdadero para el pato.

confesión de un desconocido『 spiderduck 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora