𝗟𝗢𝗖𝗢 ʜᴏᴏɴᴋɪ

𝑂

—¡Ya déjalo!

Los gritos desgarradores de la niña sonaban por toda la casa.

—¡Detente! ¡Lo vas a lastimar!

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—¿Qué Sucede Ki? —preguntó preocupado aquel pelinegro mientras veía a su lindo amigo temblar delante de él.— Ni-ki, sabes que puedes confiar en mí, siempre estaré para ti. Ki ¿Qué sucede, cariño?

—Él volvió, Hoonie . . . él regresó.

El corazón de Sunghoon se detuvo cuando notó las lágrimas en las mejillas del rubio y temió que lo hayan herido. Riki no había dado nombre alguno pero tan solo ver sus lágrimas, basto para que Sunghoon supiera de quien se trataba.

—Todo estará bien Ki, sé que eres fuerte y podrás salir adelante con ésto. Yo te ayudaré a seguir. Pueden venir a casa si es necesario. —pronunció intentando parecer tranquilo, cuando en realidad su corazón estaba apunto de sangrar al ver a Ni-ki en ese estado.

—Muchas gracias, Hoonie, pero no me gustaría causarte problemas a ti y a tu hermano.

—No causarán problemas y si lo hacen . . . recuerda que los problemas siempre tienen solución y yo estaré para ayudarte a solucionarlo.

—Te lo agradezco mucho, amigo, no sé que sería de mí si tú no estuvieras en mi vida.

"Amigo" es increíble como una simple palabra puede hacerte volver a la realidad, Sunghoon sabía que eran solo eso. Amigos, entonces, ¿por qué se sentía tan débil cuando se lo recordaban? ¿Por qué al final del día siempre terminaba fingiendo una sonrisa y olvidaba el significado de "amigos? Él deseaba ser más que un amigo para Riki, él deseaba ser quien le recordará que vale la pena seguir viviendo, él quería ser quien le recordará lo hermoso y perfecto que era. Él quería que Riki lo viera como él lo veía. Sin embargo, otra vez sonrió y se trago sus tonto sentimientos.

—No agradezcas, Ki, soy capaz de hacer cualquier cosa por ver que tú y tu hermana están bien.

Ni-ki volvió a llorar, lloraba por qué Sunghoon era la primera persona que se preocupaba por ellos después de su madre. Y es que sí . . . Sunghoon tenía esa sensación maternal en los corazones de ambos Nishimura, esa sensación que tanto les hacia falta.

—No llores, todo está bien.

Ni-ki no dijo nada.

—Ni-ki, no tienes que llorar. Estoy aquí para ti y tu hermana. Haré todo lo que esté a mi alcance para protegerlos y asegurarme de que estén bien. Eres importante para mí.

—Sunghoon, no puedo evitar emocionarme ante tu preocupación y apoyo. Realmente valoro todo lo que has hecho por nosotros. Eres como una figura maternal en nuestras vidas, y eso significa mucho para mí.