MY JEALOUS ALPHA!

Capitulo 2

Entre la traición y los celos.

A medida que pasaba el tiempo, fortalecieron su amistad. Esa tarde, mientras se quedaban abrazados, prometieron contarse todo sin excepciones ni mentiras, sin importar qué fuera.

Así que cuando Louis llegó súper contento a la escuela, Harry no pudo evitar preguntar:

—¿Por qué tan contento, Lou?

—No me lo vas a creer —dijo entusiasmado—. Invité a salir a Kennedy y dijo que sí.

Harry abrió los ojos con sorpresa. ¿Había escuchado bien?

Si bien había notado que Louis estaba pasando mucho tiempo con el pelirrojo, siempre estaba presente y no vio indicios de que tuvieran posibilidad de salir.

Harry empezó a entrar en pánico. Sus pensamientos se volvieron más intensos y su corazón latía con fuerza.

No quería seguir pensando en que Louis y ese pelirrojo nada atractivo pudieran ser algo más que amigos. Debía impedir esa cita.

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La tarde del sábado llegó, el día acordado para la cita de Louis y Kennedy. Por primera vez, Harry odió un fin de semana.

Estaba dando vueltas en su habitación pensando en qué hacer para impedir que salieran solos.

Entonces, la idea de besar a Kennedy se apoderó de su cabeza.

Si Louis los veía, ya no querría estar con él. Era arriesgado y pondría en juego su amistad con Louis, pero aún así lo iba a hacer, aunque su alfa se opusiera.

Harry era terco.

Se colocó las sandalias rápidamente y salió de su casa. Tenía una hora para consumar su plan.

Llegó a la casa de Kennedy y el chico parecía estar listo esperando a Louis.

—Oh, hola, Harry —dijo con una sonrisa exagerada—. Sabía que todo esto lo habías planeado tú. Debiste invitarme tú mismo y no usar a Louis para esto.

Harry alzó una ceja con confusión hasta que entendió lo que estaba pasando.

—Sí, sí, perdón. Es que a veces soy tímido. ¿Quieres que hablemos un rato antes de irnos a nuestra cita?

Ambos se sentaron y Kennedy empezó a hablar de su día aunque Harry no le había preguntado, en realidad no le interesaba.

Esa hora pasó muy lenta y estaba desesperado porque el chico no dejaba de hablar.

Miró su reloj impacientemente una y otra vez hasta que lo vio. Louis venía con una gran sonrisa y Harry lo detalló por unos segundos, estaba hermoso.

Tuvo que golpearse mentalmente para volver a la realidad y con desesperación y torpeza tomó a Kennedy de las mejillas y lo besó, un beso sin movimiento, solo un roce superficial.

Su lobo lo reprendió al instante y el disgusto fue tan grande que le provocó tener arcadas.

Se separó rápidamente al escuchar al chico ronronear satisfecho. Eso se había sentido horrible, ¿cómo es que le había gustado al pelirrojo?

Se levantó rápidamente y al ver a Louis notó cómo sus ojos se llenaban de lágrimas. Su corazón dolió cuando Louis limpió las lágrimas con rabia y salió corriendo.

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Louis no le hablo durante dos horas, sí, dos horas.

Harry había ido a su casa luego de un rato. Y luego de hacerle la ley del hielo durante esas horas por fin hablo.

—¿Cómo pudiste hacer eso, Harry? ¿Cómo pudiste besarlo delante de mí? Sabías que me gustaba

—Lo siento, Lou. No quería lastimarte. Solo... no puedo soportar verte con alguien más.

—¡No puedes decidir por mí! No eres dueño de mí ni de mis decisiones. ¿Quién te crees que eres para manipular así las cosas? —El enojo lo sobrepasaba.

—Sé que estuvo mal lo que hice. —Dijo con verdadera tristeza, se arrepentía solo porque Louis había salido lastimado, lo demás le daba igual.

—No puedes retenerme a tu lado por miedo. Además nunca te voy a dejar. Eres un bobo.

—Lo sé, Louis. Me equivoqué. —Le dió la razón y luego hizo un pequeño puchero —Pero eso último debes prometerlo, no me vas a dejar nunca.

Louis como ya era costumbre rodó sus ojos y sonrió. El enojo con Harry nunca duraba mucho. Levantó su dedo meñique y sellaron el pacto de nunca dejarse.

Terminó perdonándolo y al mismo tiempo acurrucado con Harry, lleno de sus feromonas. Harry lo había marcado y ninguno de los dos se quejaba. Harry amaba cómo quedaba su fragancia en Louis, y Louis en secreto amaba oler a él.