Capítulo 3

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Los dos hombres,me miran también con asombro.

Eran los chicos que casi me dejan sin puerta,si señores,los mismos.
Salí de ahí sorprendida,por eso la mujer de antes me sonaba tanto.

Por fin me senté con las mujeres para tomar el té.

—¿Y cuantos hijos tienes?—pregunta mi madre

—Tengo 3,los dos chicos que están con su padre,Ismael y Zakaria,y está que está conmigo,Nisrin

Vaya con que se llaman así

—Esta bien,lah ikhalikom 3lik—le dice mi madre

Siguen con la conversación y me fijo en Nisrin,la pequeña,la veo con cara de aburrida,así que le hago una seña para que venga a sentarse a mi lado. Yo también me aburría la verdad.

Ella se acerco con una sonrisa en la cara

—¿Que tal preciosa?—pregunto acariciando su cabeza

—Muy bien y tu?—me dice con una dulce sonrisa.

Que mona es

—También estoy bien¿Te aburres verdad?—pregunto

Ella me mira y asiente

—¿Te apetece salir aquí a la puerta?—pregunto

—Pregunto a mi mami y te digo

Veo que corre hacia ella y susurra algo en su oído

—Claro hija ve,solo que con cuidado —dice la madre

Nisrin corre hacia mi y me levanto,me da la mano ,y nos dirigimos hacia fuera.

—¿Y cuantos añitos tienes?—pregunto

—Tengo 6

—Que mayor eres!

Estábamos hablando cuando veo que Nisrin mira detrás de mi.

—¡Zakaria!—dice ella corriendo

Me giro y veo que es el blanco que también ha salido,le miro algo incómoda.

—¿Me traes un vasito de agua?—le dice a su hermana

Mi cabeza ya empezaba a montarse películas,te apuesto lo que quieras que solo la ha mandado para que estemos solos.

Cuando estoy apunto de irme veo que rompe el silencio.

—La vida es un pañuelo—dice sonriendo apoyándose en el marco de la puerta — Si hemos coincido será por algo,no puede ser casualidad

¿Este tío? No le da vergüenza en mi propia casa hablarme así

—¿Tu te fumas algo?—digo de malas maneras —Quita de mi camino que quiero pasar

—Tranquila fiera,solo te digo que si hemos coincidido por algo será

Le miro con mala cara

—Deja de decir tonterías

Veo que aparece Nisrin con un vaso en la mano

—Toma—dice entregando el vaso a su hermano

—Gracias mi niña—dice el

—¿Vamos dentro ya?—digo a Nisrin cogiéndola de la mano

Ella asiente y entramos a casa ya. Que incómodo todo.

...

Me levanto con el olor de rghayaf recién hechos,no sabeis lo bien que huele. Té moruno con sus rghayaf recién hechas,combo perfecto.

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