Déjame Quererte.

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ACTUALIDAD

-¿Koushi?-. Llamó el profesor al alumno que tenía frente a sus ojos.

El chico no estaba dentro de sí, o eso sentía el maestro. Ni siquiera pareciera que le estaba prestando atención.
Miles de preguntas invadían su mente.

¿Qué le pasa?.
¿Por qué ha bajado tanto sus notas?.
¿En su casa todo está bien?.
¿Sufrirá algún tipo de acoso en el instituto?..

-Sugawara Koushi, tus notas han bajado muchísimo este trimestre-. El profesor suspiró hondo, lo mejor era ayudar y es lo que quería, solo quedaba una pregunta que quizá también sería ignorada.-¿Hay algún tipo de problema actualmente en tu vida?-. Miró fijamente al peliplata con preocupación.

Alzó la vista y miró a su profesor, como queriéndole decir algo con la mirada, como si le estuviera pidiendo ayuda.

-Puedes contarme lo que sea, estoy aquí para ayudarte-. Decidió guardar silencio en cuanto vio la primera lágrima deslizarse por la mejilla del de tez pálida.

-¿Podría conseguir una cita con el orientador del instituto?-. Habló al fin el peligris.-No estoy bien, y creo que mis notas han bajado tanto debido a mi situación..me está afectando a la salud mental-. Finalizó el más bajo.

El profesor accedió a la petición del alumno, sin dudarlo estuvo ayudándolo a calmarse, a pesar de que estuviera perdiendo clase, la salud de su alumno era la prioridad actualmente.

Tras una hora en el despacho al final salieron.
El maestro tomó el hombro de Koushi y miró hacia la ventana.
Koushi al verlo miró hacia la ventana también.

-Sé que actualmente estás dentro de una gran tormenta dentro de ti..-. Suspiró su profesor.- Pero recuerda Koushi-. Miró al de ojos avellana el cual estaba admirando ese amanecer saliendo de las montañas de la prefectura de Miyagi.

"El sol siempre vuelve a salir después de una gran tormenta".

Parece que algo en su mente comenzó a funcionar bien, y comprendió el sentido de la frase.

Miró como su profesor caminaba hacia la clase que le tocaba y esbozó una pequeña sonrisa.

"Creo que lo entiendo..gracias.."

Caminó hacia su clase y a pesar de que su mente aún seguía nublada, intentó poner la máxima atención posible a la clase, ya que, en algún momento el sol volvería a salir.