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Un día más los dos quedaron con su grupo de amigos, aunque esto no duró mucho, el ambiente que tenían Suga y Daichi ese día era un tanto intenso.

Habían pasado dos días desde que tuvieron esa conversación y desde entonces sus cuerpos pedían más el uno del otro.

Dejaron delante a su grupo de amigos, cruzaron el puente y se encaminaron hacia la casa de Daichi.

-Sacaremos al perro y luego volveremos con los demás te parece Suga?-. Dijo sonriendo el moreno.

El más bajo asintió sonriendo, y es que el perro de Daichi era muy cariñoso, se llevaban muy bien.

Pero al subir a la casa del moreno Suga se percató de varias cosas. Para empezar estaban solos en la casa de Daichi en la cual no había nadie, para seguir hace dos días habían tenido esa conversación, y para finalizar el más alto ya lo había agarrado de la cintura para besarlo.

Y así fue, entre besos y caricias la ropa comenzaba a ser molesta, y no tardó mucho tiempo en acabar en el suelo de ese piso.

Daichi tocaba a Suga con lujuria, pero Suga lo sentía bastante apurado..

Tenía miedo..era su primera vez y sentía que podía morir con cada roce que Diachi le proporcionaba..

-Daichi..espera..-. Susurró entre jadeos el más bajo. -Y..yo.. esto es raro..-. Lo miró con el juicio nublado por el placer.

-Es placer Suga..te estás sintiendo bien-. Lo miró el moreno sonriéndole.

Besó sus labios para calmarle, y lentamente iba bajando proporcionando besos y varios mordiscos por la figura del peligris.

Sacó un preservativo del cajón y lo dejó a un lado.

-Suga ahora necesito que te relajes lo máximo que puedas, y avísame si te duele mucho ¿está bien?-. Le miró.

El peligris asintió, y comenzó a notar como los dedos del más alto comenzaban a rozar su entrada, Daichi al ver la expresión de este no tardó en posar sus labios con los del peligris para así distraerle.

Hacía un vaivén con sus dedos e iba dilatando la entrada del menor.

Una vez preparado se colocó el preservativo y entró. Y joder Daichi se sintió en la puta gloria, y las expresiones de Suga eran un mundo que quería explorar a fondo.

Koushi sentía un gran placer, jadeaba y gemia por cada embestida que el moreno le proporcionaba.

Esa fue una gran noche, al menos eso creía en ese entonces.
ACTUALIDAD.
-Esa noche pensé que sería la mejor de mi vida, pero se destruyó en cuanto me enteré de lo que pasó semanas antes..-. Miró al suelo.

El hombre anotaba en su libreta, estaba poniendo toda su atención en Koushi, se veía que pasaba noches sin dormir y su alimentación no era la correcta.

-Si tan solo lo hubiera sabido, jamás hubiera confiado en él..desde ese entonces mi vida está siendo destruida-. Suspiró el menor.- Necesito restaurarla-. Miró al hombre con seguridad en los ojos.

-Lo haremos joven Sugawara-. Sonrío acomodándose las gafas.

Déjame Quererte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora