Déjame Quererte.

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⚠️ AVISO ⚠️
EN ESTE CAPÍTULO SE REDACTA UNA ESCENA VIOLENTA, SI ERES SENSIBLE A ESTE TIPO DE CONTENIDO TE INVITO A ABANDONAR EL CAPÍTULO CUANTO ANTES.
Gracias por su atención.

Ni siquiera se había percatado de que las
cálidas lágrimas estaban recorriendo sus calientes mejillas, y es que no entendía el por qué lo había hecho.

Se arrepentía de haberse acostado con él, de haberse entregado en cuerpo y alma al diablo, de haber confiado en él, de haber salido con él.

De todo..

Y es que ya se había enterado, Daichi se había acostado con la chica a la que acompañó a casa.

Rápidamente salió de su casa y fue a buscarlo. Al llegar a la puerta de la casa de Daichi tocó y el moreno le abrió con una sonrisa, sonrisa que fue borrada en cuanto vio que el peligris estaba llorando.

-¿Suga?, mi amor..¿por qué lloras?-. Dijo el moreno mientras observó como el peligris entraba en su casa.

-Daichi..-. No sabía qué hacer, se sentía sucio y utilizado.

Suspiró y se dio la vuelta para dirigirle la mirada.

-Eres..un maldito infeliz de mierda-. Sus ojos avellanas reflejaban dolor y decepción, y su forma de hablar reflejaba rabia y pena.

-Sugawara no voy a permitir que me hables así, mucho menos en mi propia casa ¿entendido?-. Daichi estaba enojado, porque sí, le había sido infiel, pero no iba a permitirle una falta de respeto hacia su persona.

-Sawamura..me entregué a ti porque te amo..yo..-. Tomó aire tratando de controlar el llanto.- Se acabó Daichi..terminamos esto..-. El peligris se dirigió hacia la puerta.

Sin embargo Daichi estaba enfadado, no, no podía irse de su vida, él era su juguete favorito, si no es suyo no será de nadie.

Lo tomó del brazo y lo empujó contra el sofá haciéndolo caer.

-Eres una puta-. Comenzó a pegarle patadas como si nunca le hubiera amado, como si le odiara.

Sugawara lloraba y suplicaba que parase, que le hacía daño pero Daichi no hacía más que insultarle.

"Si no eres mío no serás de nadie"

Fue lo último que escuchó salir del castaño antes de quedar inconsciente.