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8:00 a.m y la alarma sonó en repetidas ocasiones, Jimin se limitó a apagarla ya que su cansancio podía más.
Hasta que finalmente decidió levantarse y comenzar su día.

—Aún no estoy listo para seguir sin ti.—susurró Jimin mientras miraba fijamente al suelo sin expresión alguna.
Frotó levemente sus ojos y seguido de ello se dirigió a la ventana de su habitación para recorrer las cortinas y así diera paso a que entraran los hermosos rayos de sol.
Jimin tenía que hacer muchas cosas, desde ir a surtir sus cosas para la cafetería hasta ir por las cenizas de su pequeño amigo.

—No hay nada que un buen baño no pueda arreglar.
Y así comenzaría su día.

Mientras tanto en algún lugar desconocido.

Alguien corría sin descanso, no entendía lo que estaba sucediendo y por más que buscaba una salida no la encontraba.
Estaba entrando en desesperación.
Hasta que el cansancio se hizo presente y aquella energía se tiró al suelo de aquel bosque el cual siempre permanecía de noche. Respiró profundo y miró al cielo.

—Estoy muy confundido, llevo días así y no encuentro una respuesta, me siento débil y tengo mucha hambre.—suspiró.

—Eso es porque eres débil. Además de que has estado corriendo como estúpido por dos días.—se escuchó una voz al fondo de unos árboles.

—¿Quién dijo eso?.—se levantó en estado de paranoia abriendo sus enormes alas de color negro en señal de amenaza.

Mientras tanto otra silueta se iba acercando a él, era un poco más grande y robusta, sólo que en lugar de alas negras tenía alas de color escarlata; tan bonitas y majestuosas que quedó hipnotizado.

—Mi nombre es Kim Namjoon y soy el rey de las hadas melancólicas, bienvenido.—hizo una pequeña reverencia y después estiró su mano en señal de amistad.—Tengo mucho que contarte pero antes debo asignarte un nombre, te he estado observando y creo que sería perfecto llamarte Jeon Jungkook.—sonrió.

—¿Eh?—dijo confundido.

—Así que Jeon, vamos, te enseñaré en dónde es que vivimos y en verdad que te vas a sorprender.

Namjoon abrió sus alas escarlata y desprendió rápidamente hacia arriba del bosque, Jeon no entendía lo que estaba pasando pero de igual manera abrió sus alas y siguió el paso del pelirrojo. Una vez estando arriba Jeon quedó impresionado por lo que sus ojos estaban viendo, una hermosa luna alumbraba un enorme bosque con montañas a su alrededor y mientras Jeongguk admiraba el paisaje una sensación de alivio recorrió su piel.

Jeon podía sentir el aire puro entrar en sus pulmones y el frío quemar su rostro y cuando menos se lo esperaba, debajo de él yacía una pequeña villa, unas casas lindas y hogareñas junto a un lago tan cristalino que se volvía rojo con el reflejo de la luna.
Ambos descendieron y todos comenzaron a salir de sus hogares.

—¡Queridas hadas!, el día de hoy les presento al nuevo miembro de nuestra familia, JEON JUNGKOOK. —dijo  Namjoon levantando sus manos hacia arriba.

Todos quedaron el silencio unos minutos...

—Hola... mi nombre es Hoseok y si quieres puedes quedarte conmigo en lo que construyes tu casa.—mencionó un hada un poco más tímida pero al igual pelirroja.

Y Jeon se dio cuenta de que algo no estaba bien, miró a su alrededor y todos tenían sus alas rojas al igual que su cabello.

Todos menos él.


♡♡♡

Mientras tanto Jimin se encontraba en el super surtiendo lo que le hacía falta para su cafetería.
Crema, pan, azúcar, café...
Y aunque no podía mantenerse concentrado hizo su mayor esfuerzo.
Miraba los pasillos e intentaba distraerse con lo que veía pero eso no servía de mucho, así que terminó de escoger lo que necesitaba lo más rápido posible para poder irse.
Cuando terminó se dirigió a la larga fila del supermercado y se limitó a esperar su turno para pagar, mientras esperaba su celular sonó y respondió la llamada.

—Hola, ¿Quién habla?.

—Hola Jimin, soy Taehyung, perdona si interrumpo algo, es sólo que estoy pasando por dónde está tu cafetería y la encontré cerrada. Quería preguntarte si todo está bien.—habló suspirando levemente.

—No interrumpes, es sólo que estoy en el supermercado comprando algunas cosas que me hacen falta.

—Ah... Perfecto, eso quiere decir que sí abrirás la cafetería...

—Sí, pero hasta las 4:00 pm, aún es temprano y sólo llegaré para acomodar la mercancía y dejar algunas cosas listas para la tarde.

—Si no te molesta quisiera ayudarte.—dijo nervioso.

Jimin sólo inhaló profundo y cerró los ojos por un momento. —Claro, me encantaría, te veo en 15 minutos ¿de acuerdo?.

—Sí, de acuerdo.

Jimin colgó el teléfono y continuó para hacer su pago y dirigirse a la cafetería, no podía sentirse bien de ninguna manera, pero al menos Tae lo hacía sentirse acompañado, Jimin manejó hasta el lugar en dónde había quedado y ahí estaba Tae sentado en la banqueta esperando.

—Jimin, llegaste un poco antes. La verdad ya no me quise ir porque no tenía caso ir y regresar tan rápido.

—No te preocupes, mejor ayúdame a quitar los candados y a levantar las cortinas.

Tae feliz ayudó a Jimin y ambos se miraron fijamente por unos segundos.

Como si sus miradas se conectaran y ambos sonrieron.

Y Jeon sintió una presión en su pecho.

—¿Te encuentras bien?—preguntó Hoseok.





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Hola, regresé con un capítulo corto pero espero que les guste.
Muchas gracias por apoyar mi historia. ♡

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⏰ Última actualización: Feb 27 ⏰

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Aurora ✧; KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora