El tiempo había pasado bastante rápido para ambos muchachos, puesto que los preparativos de la boda no se hicieron esperar. Eran demasiadas cosas por realizar; elegir y enviar las invitaciones, escoger una fecha, el lugar, los proveedores, el menú, y más tareas de las que Yoongi había intentado escapar con un simple "queremos algo sencillo".
No obstante, Jungkook no permitiría que su boda fuera algo sencillo, e iba a gastar lo que fuera necesario para obtener lo que quería, y lo que, bien sabía él, también quería Yoongi, pese a no expresarlo. Incluso, si debía dejarle todo el trabajo a otras personas, lo haría. Así que, con eso en mente, contrató personal específico para que cumplieran todas las peticiones que ambos tuvieran.
Cuando todo estuvo listo, se sentía satisfecho con el resultado, y sabía que Yoongi también luego del efusivo beso que recibió de su parte al ver todo dispuesto para su gran día.
Yoongi, dio el "sí" con un impecable traje blanco y cabello teñido de un rubio encantador. A juicio de Jeon, parecía un ángel. Su ángel, al que había tenido arrodillado horas antes de estar frente al altar. La justificación de Yoongi, era que su ahora esposo se veía demasiado ardiente y nadie podía culparlo por eso.
Su matrimonio había comenzado de una forma fantástica... hasta que llegó el momento de partir el pastel. En definitiva, permitir niños no había sido una buena idea, ambos esposos se arrepintieron inmediatamente apenas vieron cómo un grupito, jugando, empujaba al personal que se disponía a acercarles el pastel. Yoongi cerró los ojos y respiró pesado, como si aquellas acciones pudieran detener la desgracia.
Apenas la tarta quedó desparramada por el salón donde celebraban la boda, se formó un silencio incómodo entre los presentes, incluso los inquietos niños que habían provocado el accidente, se quedaron paralizados como si de estatuas se tratasen. Los novios también quedaron inmóviles en sus lugares durante unos segundos, sin saber qué hacer.
Hasta que una luz se encendió en la cabeza de Jeon.
Sin romper el silencio en el que se hallaban inmersos, tomó dos tenedores de la mesita que tenía más próxima y se acercó a lo que quedaba del pastel de bodas, bajo la confusa mirada de Min.
Una vez que examinó el desastre, tomó un pedazo que parecía limpio con cada tenedor y llamó a Yoongi.
—Ven, cariño, no podemos no hacerlo. Está intacto, lo prometo.
El rubio lo observaba atónito, pero rápidamente salió de su aturdimiento y, con una suave sonrisa, se acercó a su esposo. Recibió el tenedor que este le ofrecía y le dieron de comer al otro respectivamente.
Pronto notaron que no quedaba más pastel para compartir con los invitados, pero Yoongi tenía una opción que esperaba fuera suficiente.
—Lo más parecido que tenemos a un pastel, son los algunos pastelitos, lamentamos mucho el incidente —Hizo una seña para que sirvieran a todos los pastelitos y luego bajó la voz para que solo Jungkook le escuchara—. Recuérdame no invitar más niños a cosas así.
Jungkook rió.
—Pero si fue tu idea no dejarlos fuera...
Yoongi se apresuró a callarlo con seriedad.
—Silencio.
El castaño dio una carcajada aún más fuerte. Su primera discusión. Definitivamente no iban a aburrirse jamás... o al menos Jungkook no lo haría.
***
Luego de una larga noche, por fin se encontraban en el edificio que sería su hogar. Era más grande que el edificio de la familia de Yoongi y que el antiguo edificio de Jungkook, que había cedido para su hermana; serían capaces de tener tantos guardaespaldas como necesitaran y sus respectivas zonas de entrenamiento.
Ambos estaban exhaustos, por lo que fueron directamente al piso donde estaba su habitación. Yoongi se dirigió al baño primero, con deseos de asearse para ir a dormir.
Pero Jungkook tenía otros planes, por lo que apenas de adentró en el servicio, se encontró con un jacuzzi lleno de espuma y pétalos de rosas, con velas rodeándolo. Entendía perfectamente las intenciones de su esposo, por lo que cualquier rastro de cansancio desapareció.
Ambos parecían jodidos adolescentes hormonales.
—Si estás exhausto, podemos dejar esto para mañana o cuando quieras, no hay prisas —Jungkook apareció detrás del rubio, abrazándolo por la cintura, permitiéndole sentir su longitud despertando justo en su trasero.
—Tal vez tú no tengas prisas, pero alguien allá abajo sí las tiene —Rió, girándose para quedar frente a frente. Besó los labios del contrario, comenzando lo que prometía ser una gran noche para ambos.
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Wedding Cake | Kookgi
Fanfiction"Yoongi estaba desconcertado viendo cómo su pastel de bodas volaba por los aires. Afortunadamente, Jungkook tenía la solución para ello." Si a Yoongi le hubieran advertido que esa noche su hermana iba a crear un caos junto a la hermana de Jungkook...