two: be mine

1.1K 85 4
                                    

𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒐 𝒂𝒍𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐!
Yuuji Itadori es un Omega real perteneciente al clan Itadori, como futuro rey tiene la obligación de acabar con los demonios y maldiciones. De lo contrario será tachado como traidor y los altos mandos ordenaran su captura.

Satoru Gojo es el rey de los demonios que desde el nacimiento de los gemelos Itadori quedó facinado por el pequeño Yuuji, tan enamorado que traicionó su alianza con las maldiciones y ahora solo quiere proteger a su amado.


La noche había caído, todo el palacio era cubierto por oscuridad y la única fuente de luz provenía de la luna.

El Principe menor de la familia Itadori estuvo esperado ese momento todo el día, rápidamente salió del castillo montando a caballo. Si los guardias lo hubieran visto habrían notificado al Rey y este probablemente lo castigaría por hacer jugadas suicidas con la situación tan tensa que había en el reino.

Pero no podía simplemente quedarse con los brazos cruzados, tenía que buscar a su amante y arreglar las cosas.

Porque Satoru siempre era el primero en ir al castillo de noche a disculparse, aún si eso podría costar su vida.

Lo extrañó demasiado, literalmente había pasado un día sin verle y la sensación de miedo y dolor lo consumían como si de una fogata se tratara.

“Basta Itadori, si quieres dejarme, adelante. Házlo, pero no trates de evadir la verdad. Estamos destinados a estar juntos.”

Las lágrimas caían por sus mejillas, ¿qué mierda trataba de hacer al abandonar al amor de su vida por temerle a cuatro ancianos que creían tener el control sobre su vida?

“Pasé millones de años esperándote, y probablemente pasé el resto amándote hasta el fin de los tiempos.”

No podía, simplemente no podía dejar que Satoru siguiera sufriendo a causa de el. Ambas almas estaban conectadas, algo trascendental. El universo siempre los hará encontrarse una y otra vez.

“No puedo estar sin ti, al igual que tú tampoco puedes estar sin mi. Si quieres espacio, bien, pero cuando quieras volver siempre sabes dónde encontrarme.”

Al llegar al centro del bosque pudo percibir esa neblina espesa que tanto conocía.

—Espera aquí Toc, no tengas miedo.

Dejó a su caballo atado a un árbol y emprendió camino a pie. La primera vez que conoció a el “Demonio de la muerte”, como lo llamaban los altos mandos, fue un día de lluvia.

Había salido a pasear por el bosque, conocía ese lugar como la palma de su mano. Pero por una extraña razón terminó perdido entre árboles gigantes que nunca había visto. Desconocía esa parte del lugar, y de pronto, había llegado a un castillo imponente.

Era parte del dominio de su aquel ser maldito, entonces pareciera que el dueño de esas tierras lo estuviera esperando.

“¿Te perdiste cachorro?” Su tono seductor hizo que sus piernas temblaran, el tenía 12 años entonces, no pudo evitar sonrojarse. Se sentía como un niño malo por la atracción que aquel hombre le causaba.

“¿Acaso el Rey Itadori no te advirtió de este lugar?” Lo había atrapado. El sabía que el bosque era peligroso, el sabía del territorio del Rey maldito Gojo Satoru. El sabía que todo gritaba peligro, más algo en esa situación le causaba placer.

Cuando su abuelo le confesó que su futuro sería gobernar al lado del “Demonio maldito” no sé lo creía. Pero entonces todo tenía sentido.

Gojo siempre lo estubo protegiendo porque el sería la madre del los “7 Divinos Demonios”, el había nacido con la marca maldita. El sería un antes y después en el linaje Itadori-Gojo.

Pero tenía miedo, el amaba a su Rey Maldito, era su fiel creyente, devoto a sus órdenes, seguidor de sus movimientos de guerra, su mejor amigo, su alma gemela, su héroe y verdugo. Gojo Satoru lo era todo para el. No quería ponerlo en peligro.

El consejo había notado un comportamiento extraño en el aura pura del “Omega Sagrado” y por miedo a que la profecía se cumpliera enviaron un comunicado a su padre Jin, dónde se ordenaba que preparé a sus mejores soldados y su hijo Alfa, puesto a qué en 7 días declararían la guerra contra el Rey Maldito y se obligaría al futuro Rey Itadori Yuuji a terminar con la vida del Demonio.

No quería eso. Ya no va a escapar a su destino, el va a luchar por su amor, aún si eso conlleva a una guerra contra los altos mandos y todo aquel que se atreva a ir tras la cabeza de su futuro esposo.

Con su aura más oscura que nunca y su corazón acelerado, entró al palacio donde nacerá una de las familias más poderosas del universo.

—Así que no pudiste estar sin mi, ¿verdad? — sintió la respiración del Alfa tras su cuello y unos brazos envolviendo su cintura. Soltó un suspiro de satisfacción al ser recibido por su Alfa de una manera tan cálida. —porque, sinceramente cariño, yo no puedo estar sin ti. Estaba apunto de ir a tu castillo para raptarte y hacerte el amor de forma dura hasta que pierdas la conciencia y asegurarme de dejarte embarazado de nuestros cachorros.

Sus ojos se cerraron mientras se permitía sentir la gran erección de su hombre, las manos del albino recorrían su cintura de forma lenta. Empujó su gordo culo contra la rica polla de Satoru. Una risa ronca fue la respuesta que obtuvo del mayor.

—Al carajo los altos mandos, yo quiero gobernar a tu lado. No me importa si eso me hace un traidor. Quiero estar contigo, amarte y ser amado. — giró su cuerpo para conectar la mirada con su Demonio de la perdición. Ojos azules como el cielo. — Y también quiero que me hagas el amor por el resto de mi vida y dar a luz 7 hijos. Te amo, follame duro Satoru.

El Alfa totalmente complacido tomó el cuerpo de su Omega de varias formas, asegurándose de que su semen llenara todo su culo grande y mordiendo su cuello para formar un lazo que los mantendría unidos hasta el fin de los tiempos.

Claro que no le confesó haber matado a los altos mandos con sus propias manos ese mismo día.

Eso no importaba ahora, Yuuji era suyo.

my love is all mine |𝐆𝐨𝐘𝐮𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora