Fórmula | Mar Serracanta

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Carolina's pov's

Recién era martes y yo ya quería que sea viernes, estaba sentada en el borde de la cama debatiendo mentalmente en si quedarme y seguir durmiendo o ir al trabajo.

—Mejor voy al trabajo, porque si no Samy no va a querer pagarme. — digo para finalmente pararme e ir al baño.

Me doy una ducha, hago mi rutina y vuelvo a la habitación.

—¿Qué me pongo? — me pregunto a mi misma. —Hace un poco de calor, así que tiene que ser algo bien fresco. — digo dirigiéndome hacia el armario.

—Tengo que dejar de hablar sola. — me digo a mi misma.

Al final me decidí por unos shorts deportivos y un top deportivo gris, me puse los tenis tomé la mochila y me fui a la cancha.

Mire la hora y eran las ocho y treinta dos de la mañana, el entrenamiento comenzaba a las nueve, así que aprovechando que la cancha me quedaba cerca, decidí irme caminando.

...

Iba tarde y me faltaba media calle para llegar, no sabía en que momento me distraje tanto en el móvil que se me pasó la hora volando, ya eran las nueve y diez.

Llegué y me fui directo a mi lugar en la cancha, cuando llegué todas las chicas, incluida Flor, estaban en ronda mirándome mientras llegaba a ellas.

—¿Ahora que te pasó o que? — me bromea Flor.

—Es que, ó sea, yo.. — dije como pude.

—Primero descansa un poco. — me dice Paula.

—Es que cuando salí de mi casa era las ocho y treinta, y como era temprano dije, bueno me voy caminando, y ta, venía así tranqui hasta que miro la hora y eran las nueve y cinco, y ahí empecé a correr hasta que llegué, y ya. — logré decir cuando calme mi respiración.

Flor solo se reía de mi cuando termine de contar el porque tenía la cara toda roja.

—No eres de aquí ¿cierto? — me pregunto una de las chicas, creo que se llamaba Ona.

—Ah no no, soy de Argentina, ¿Por? —

—Por el acento. — dice y ríe un poco, por lo que yo también.

—¿Se puede saber por qué vives aquí? — me pregunta otra chica.

—No sé. — dije y me encogí de hombros. —Es que hace un año creo, vine de vacaciones y dije, ¿Y si me quedo a vivir acá?, y ya, así fue. — dije riendo un poco al recordar ese día.

—¿En serio fue por eso? — dijo Carla y yo solo asentí.

—Bueno, a calentar! — dijo Flor

Cuando las chicas se fueron y comenzaron a calentar Flor se me acercó.

—Ey Caro, te molestaría sustituir a una chica que faltó hoy? — me pregunta ella.

—No no, pero no tengo zapatillas adecuadas.—dije mirando mis zapatillas.

—Yo tengo, te puedo prestar, total, somos de la misma talla. — mira a las chicas calentar y vuelve a hablar. —Ya te los traigo, espérame aquí. —

—Bueno, te espero acá. — ella solo asintió y se fue a los vestidores.

Cuando volvió me dió los zapatos de fútbol y yo me los puse.

Flor comenzó a caminar hasta el centro de la cancha y llamó a todas las chicas, yo solo la miraba desde el borde de la cancha.

Cuando las chicas ya estaban a su alrededor ella me llama.