♡S E Ñ A L E S/ KRBK ONE-SHOT♡

S e ñ a l e s☆

-Tch...-rechistó Bakugo, expresando su aburrimiento ante aquella clase la cual se sabía todos sus temas de memoria, era de esperarse, es el segundo de la clase; la mayoría de los temas que su profesor estaba dando ya se los sabía y podría recitarlo incluso con los ojos cerrados sis se lo proponía. Volvió a suspirar pesadamente del aburrimiento, sacudiendo una pluma en el aire tratanto de distraerse, sus ojos fueron inconcientemente hacia kirishima; quien era su novio desde hacia unos cuatro meses, el tampoco parecía especialmente interesado en la clase a decir verdad, bufaba de aburrimiento al igual que Bakugo.

Cuando menos se lo esperó, Kirishima le regresó la mirada; dándose cuenta de que lo estaba viendo, al descubrirlo, le lanzó un tierno beso y le guiñó un ojo, Bakugo sonrojandose al instante por obvias razones apartó la mirada, "Ese idiota...", pensó.

Al volver su mirada hacia Kirishima notó una sonrisa pícara en su rostro, oh si, esas sonrisas que solamente tiene la suerte de besar en la privacidad de su habitación, sintió algo de nervios revolviendose en su estómago. Bakugo entrecerró los ojos y con la cabeza señaló el pizarrón, "Pon atención a la clase, estupido" regañó en su mente.

"¿Quiere que preste atención a la clase?" Se preguntó Kirishima, "Esto está muy aburrido, se que él también lo está.", suspiró pesadamente mientras volteó su cabeza a otro lado, pero ahí fue cuando una idea sugerente se formó lentamente en su pervertida mente, tal como una bola de nieve que poco a poco iba creciendo cada vez más.

Sus ojos otra vez chocaron con los de Bakugo, quien no había apartado su mirada de él; en esa aburrida clase creía que con lo único que podria entretenerse sería Kirishima, apesar de que sus asientos estén algo lejos. Rojo y rojo al encontrarse se pusieron algo nerviosos, bueno más bien Bakugo, él se ponía nervioso con cualquier cosa. El pelirrojo subió lentamente sus manos hasta que se vieron fuera de su pupitre, y con una sonrisa que dejaba ver claras sus intenciones comenzó a mover sus dedos en forma de tijera, estirándolos y luego volviéndolos a contraer, todo mientras se mordía el labio.

Bakugo se quedó con el corazón paralizado, le dieron cosquillas en su estómago... Y un poco más abajo también. Apartó la mirada y la dirigió al pizarrón, trató de controlarse pero el impulso sexual que esa acción silenciosa le trajo fue inevitable, quería apartar la vista de la pizarra y ver cómo Kirishima con la manos indicaba todo lo que iba a hacerle en su habitación, pero al mismo tiempo quería mantener su dignidad como persona, no podían hacer ese tipo de cosas en pleno salón de clase, talvez se darían cuenta. Para tratar de calmarse sacó y volvió a meter la punta de su pluma de manera frenética, pero sólo lo puso peor al acordarse de "cosas", y con eso su rostro se sonrojó al mil.

Sin embargo, su mirada le aplicó una mala jugada y sus ojos fueron hacia donde Kirishima inconcientemente, quien al saber que tenía la atención de Bakugo por completo nuevamente volvió a hacer ese gesto con las manos, pero de manera mas rápida y erradica, de esa manera que a Bakugo le gusta sentir sus manos moviéndose en su interior.

Bakugo suspiró y se puede decir que hasta jadeó de la excitación que eso le estaba causando, "A la mierda", pensó, "Si ese idiota quiere jugar, entonces que se prepare, porque va a perder". Retó en su mente, como si Kirishima fuera a escuchar sus pensamientos. Eijiro, ajeno a los pensamientos de su novio, seguía con el mismo movimiento, ahora algo sudado y bastante sonrojado, en su mente esos dedos estaban dentro de su pareja, Bakugo estaba bajo él, con esa carita bonita destrozada, su cuerpo sudado y sus gemidos erradicos pidiendo que le de más, estuvo apunto de venirse ante tal imagen mental.

Bakugo le dio la revancha, en su mano izquierda se formó un círculo en el aire con dos dedos, el cual fue profanado por el dedo índice de Bakugo, donde lo metió y sacó, simulando claramente el acto de penetración, Bakugo fantaseó con Kirishima metiendo su gran verga adentro de él una y otra vez, casi gime ante tal imagen.