-Buenos días, Makoto.-Saludó Haru frente a su novio y mejor amigo. Pero este no lo podía responder, después de todo, en el lugar que se encontraba era al frente de su tumba. La orca de ojos verdes había fallecido hace un año y cinco meses.
Obviamente Haru no podía olvidarlo, se sentía culpable de su muerte, cada noche lloraba solo en su cama, ni siquiera ni dormía, posiblemente unas cuantas horas. Las mañanas y despertar sin nadie a su lado le dolía, comer solo ya no era lo mismo, hasta el punto donde el delfín se queda solo en la bañera sin ningún objetivo por realizar.
"Haru, es hora de partir ¿Vamos?"
"No deberías comer tanta caballa."
"Te amo."
"¿No quieres salir a pasear?"
"Iré a ir a una universidad en Tokyo"
"Me llamas cuando te hayas tranquilizado."
-¿Por qué nuestra última conversación tuvo que ser una estúpida pelea?-El delfín empezó a llorar, las lágrimas no se iban a detener, esas gotas de agua rozaban por su mejillas hasta caer al pasto. Le dolía el pecho, sus piernas temblaban y a la vez su vista se nublaba debido a al agua de sus ojos.-Se supone que estarías conmigo hasta el final.
Así estuvo por un largo rato, máximo dos horas, contemplando el pedazo de roca que tenía al frente suyo. La imagen de Makoto no paraba de repetirse por su mente, aquellos momentos que pasaron juntos, desde pequeños, en la secundaria, el día en el que el delfín al fin pudo decirle sus sentimientos, después "ese" momento lleno de pura tristeza.
-Haru...-Llamó una voz. El peli negro volteó. Era Rin.-Hola.-Alzó la mano.
-Sí, hola.- Le respondió, dándole la espalda.
Rin se fue acercando, quedando a su lado, miró a Haru y luego a Makoto. -¿Cómo has estado?-Preguntó, sin mirarle.
-Bien, supongo.-De una manera fría.- ¿Y Sousuke?
-Está viniendo para acá.-Rin volteó su mirada hacía Haru.- ¿Todavía...Sigues pensando que todo esto es tu...culpa?
Hubo un silencio incómodo, no sabía cómo responderle, las palabras no salían de su boca. A la vez sus ojos demostrada la tristeza de haber perdido a un ser querido, posiblemente fue una mala idea preguntárselo, Rin solo quería que su amigo no siguiera atormentándose por el resto de su vida.
-No puedes seguir estando de esta manera.
-Lo sé.
-¿Puedes decirme que pasó esa noche?
Haru no respondió.
-Dime.
-Parecerá algo estúpido.
-No me quejare.
-Si tú lo dices.
Un año y un mes antes
Haru:
Hace unos momentos Makoto me envió un mensaje, quería hablar conmigo, el tema: Nuestra relación. Espero que no rompa conmigo ¿Y si es así? ¿Qué debería hacer? No, él no es así. Deber ser por otra cosa. Al menos eso espero.
Me eche en mi cama, dándole vueltas a estas preguntas. En una semana iremos a Tokyo y esto no podría estar pasando. Conozco muy bien a Makoto, de hecho mucho.
"Voy hacía tu casa, quiero hablar acerca de nuestra relación."
"Relación."
-Maldición.-Susurré.
Tape mi cara con un brazo, esperándolo.
Sin darme cuenta me quedé dormido.
-¿Haru?
Esa voz...
-¿Makoto?
El chico de los ojos verdes estaba sentado a mi lado, en la cama. Hice lo mismo pero lentamente, mi vista no se recuperaba del sueño.- ¿A qué hora llegaste?
-Hace un rato, no te preocupes.-Hizo una sonrisa forzada.
Si mis expectativas son reales, no sé qué hare. Si el amor que tuve con Makoto para que al final dure un año, juro que me volveré loco.
-Tenías que decirme algo.-Le hice recordar.
-Verdad...-Susurró.
Los nervios me consumían vivo, lo que diría también. Mis manos sudaban, mi corazón no paraba de latir rápidamente, a la vez el pecho me dolía igual que el estómago.
No quiero lastimarme
-No lo malinterpretes pero... Siento que nuestra relación ha estado cambiando últimamente, de hecho, Haru, tú te estas alejando de mí.
¿Qué?
-Ya no es como antes.
¿Qué quieres decir?
Me levante mirando a Makoto, se podía notar que estaba furioso y él sorprendido ante mi reacción.
-¿Cómo puedes decir eso?-Pregunté en un tono seco.- ¿Acaso ya no me amas?, ¿No quieres estar a mi lado?
-Haru...
La orca se levantó.
-No quise decir eso.
-¿¡Entonces!? ¿¡Dímelo!?
Estuvimos por un largo rato discutiendo, hasta el momento donde comenzamos a romper objetos del hogar, estaba furioso, el me contradecía y yo igual. En un momento empecé a llorar, no podía tranquilizarme. Termine el piso, sentando.
Makoto se agacho, su mano iba a hacer contacto con mi mejilla, pero me negué.
-Déjame solo, por favor...
No dijo nada, escuche como iba hasta la entrada. Gire mi cabeza donde estaba. Abrió la puerta, y se quedó parado a la mitad.
-Me llamas cuando te tranquilices ¿Está bien?
Cerró la puerta, dejándome.
-¿Ves fue algo estúpido?
Rin se quedó en silencio, no era necesario contarle más, sabía lo que pasaba después. El oji verde había sido atropellado por un camión, mientras iba directo a su casa.
-Pero...-Empezó el tiburón.-No deberías seguir pensando en eso, crees que Makoto pueda descansar en paz sabiéndolo.
Haru miró a Rin por un momento pensando lo que le acababa de decir.
-No lo sé...
Rin suspiro.
-Si no hubiera actuado de esa manera.-Susurró el delfín para sí mismo.-Es algo que llevare dentro de mis pensamientos, posiblemente por el resto de mi vida. Lo he perdido, y es por mi culpa, Makoto se ha ido no volverá por más que lo desee y todo por mi culpa.-Pensó Haru por última vez antes de irse.