Uzume, la hermana gemela de Itachi, luchaba en la sombra de su hermano prodigio y la presión de un padre exigente. En su búsqueda por ganarse el favor de su padre, se vio envuelta en una espiral de decisiones difíciles y lealtades divididas. En el c...
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Era un día soleado en Konoha cuando Itachi y Uzume Uchiha se dirigían a su primer día en la academia ninja. Uzume, con los ojos brillantes de emoción, apenas contenía su entusiasmo. Aunque su uniforme de academia le quedaba un poco grande, eso no mermaba su ánimo. Estaba ansiosa por aprender, hacer amigos y explorar el mundo de los ninjas.
Itachi, en contraste, mostraba una expresión más seria y concentrada. Sabía que este primer paso era crucial para su futuro como ninja y sentía la presión de las expectativas de su familia y el clan Uchiha. Aunque exteriormente parecía calmado, por dentro estaba consciente de la importancia de representar bien a su clan.
Caminaban juntos hacia la academia, compartiendo un entendimiento silencioso. Uzume, con su energía juvenil, trataba de animar a su hermano mayor.
— ¡Itachi, imagina todas las cosas emocionantes que vamos a aprender! ¡Vamos a ser ninjas increíbles! — exclamó Uzume, tratando de contagiar su entusiasmo a su hermano.
Itachi asintió con una pequeña sonrisa. A pesar de las presiones y expectativas, también tenía la determinación de convertirse en un ninja fuerte y honorable. Juntos, los hermanos Uchiha cruzaron el umbral de la academia, listos para enfrentar los desafíos y descubrir el mundo de los ninjas que los esperaba.
Los sensei asignados a la nueva generación de estudiantes de la academia ninja eran ninjas experimentados, seleccionados por sus habilidades notables y su profundo conocimiento de las artes ninja.
El Tercer Hokage, líder sabio de Konoha, se paró frente a los niños con una sonrisa cálida y acogedora. A su lado, los sensei asignados estaban listos para iniciar el viaje educativo de los jóvenes estudiantes. Uno de los sensei, un ninja experimentado en genjutsu, se encargaría de enseñarles las artes ilusorias. Otro sensei, especializado en taijutsu, se centraría en el entrenamiento corporal y la resistencia. Finalmente, el tercer sensei, un experto en ninjutsu, enseñaría las técnicas ninja más avanzadas y prácticas.
Uzume, con sus ojos brillando de emoción, absorbía cada palabra de los sensei. Estaba ansiosa por aprender y demostrar su valía como futura ninja. El Tercer Hokage, con su sabiduría y orientación, inspiraba a los jóvenes estudiantes a esforzarse y perseverar en su camino hacia la maestría ninja.
A medida que avanzaban las semanas en la academia, los gemelos Uchiha demostraban habilidades excepcionales. Rápidamente ganaron popularidad entre sus compañeros al destacarse en lanzamientos de shuriken, combates cuerpo a cuerpo y en el ámbito teórico. Sin embargo, entre los dos hermanos, Itachi brilló de manera excepcional.
Itachi siempre parecía relajado y tranquilo. Sus movimientos eran precisos y sus estrategias, impecables. Cada técnica que realizaba tenía un toque de maestría, y sus compañeros quedaban impresionados por su habilidad natural y su capacidad para manejar cualquier situación con calma y determinación. Parecía que todo le salía fácilmente, ganándose la admiración de muchos.
