Mito

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En la mitología griega, Apolo, el dios del sol, la música, la poesía y otras artes, se enamoró profundamente de un joven llamado Jacinto. Jacinto era un príncipe espartano conocido por su belleza y gracia. La belleza de Jacinto era tan deslumbrante que atrajo la atención y el afecto tanto de Apolo como de Zéfiro, el dios del viento del oeste.

Apolo pasaba mucho tiempo con Jacinto, enseñándole las artes y disfrutando de su compañía. Juntos practicaban deportes y juegos, y su amor crecía con cada día que pasaban juntos. Sin embargo, la tragedia se cernió sobre su relación debido a los celos de Zéfiro.

Un día, mientras Apolo y Jacinto practicaban el lanzamiento del disco o la jabalina, Zéfiro, impulsado por los celos, intervino. Hizo que una ráfaga de viento cambiara la dirección del disco lanzado por Apolo, haciendo que golpeara a Jacinto en la cabeza de manera fatal. Jacinto cayó al suelo gravemente herido, y aunque Apolo corrió para ayudarlo, no pudo evitar que su amado muriera en sus brazos.

Apolo, lleno de pesar y tristeza, lamentó la pérdida de Jacinto y culpó a Zéfiro por su muerte. Como un último acto de amor, Apolo transformó la sangre derramada de Jacinto en una hermosa flor de pétalos azules, que también lleva su nombre, el jacinto. Esta flor se convirtió en un símbolo de la belleza efímera y la tristeza en la mitología griega.

SOUL OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora