DIARIOS DE HOGWARTS

Day 6. Desayuno en la cama.

Hermione
Después de encontrarnos en el cine, caminar por el puente de Londres y comentar sobre la novela Crimen y castigo, Draco Malfoy y yo estábamos en su cuarto de hotel, seque mi cabello y lo arreglé rápidamente, no quería molestar mucho tiempo a Draco, no estaba segura cuando se acabaría su amabilidad, que por cierto había tenido bastante los últimos días.
Salí del cuarto de baño, en el salón principal de la habitación estaba Draco, sentado frente a la chimenea, sostenía una taza con café caliente. Se percató de mi presencia y me sonrió, llegue a pensar que Draco Malfoy había tomado alguna poción de felicidad, los últimos días había sonreído genuinamente más que todo el tiempo que tenía de conocerlo.

—Ven, toma esto, preferiría una cerveza de mantequilla, pero lo mejor que tienen aquí para entrar en calor es esto. ¡Toma! Huele bien.

Él estaba sentado en la alfombra a la orilla de la mesa de centro, me acerque y tome el recipiente, obviamente conocía el café, aunque lo había tomado en muy pocas ocasiones.

Las luces estaban encendidas, no había música, solo silencio, pero a mi incansable imaginación le parecía la escena más romántica del mundo, ¡Quizás quien tomó la pócima fui yo!

—¡achís! —El primer estornudo —¡achú!— El siguiente.

—Estás resfriada, si estuviéramos en Hogwarts te prepararía una poción pimentónica.

Me eché a reír burlonamente.

—Tú no sabes prepararla. — Le acusé recordando la vez que todos enfermamos y él no logró hacer la pócima.

—Claro que puedo. —Se defendió.

—Bueno, no te creo, pero de todas formas no estoy resfriada, no es necesario. ¡Achís!

—¿Decías? Será mejor que descanses, te traeré un abrigo y esperaras hasta que la prepare, ¿bien?

Malfoy se levantó y al poco tiempo regresó con un overcoat de color negro y lo puso me abrigo,
No puedo negar que aquel pequeño gesto hizo que mi corazón acelerara sus latidos, temí que pudieran escucharse, ¿Malfoy era diferente ahora? O era el mismo de siempre y solo diferente conmigo. Me sentía estúpida, por caer en este "juego" pensé que seguramente siempre actuaba de esta manera con las chicas que le gustaban, ¿Acaso yo le gustaba?

—Hermione, ya regreso, prepararé la pócima pimentónica. Solo debo conseguir algunas cosas.

Ni siquiera logré responder cuando Malfoy ya emprendía su marcha.

Seguía confundida y muy molesta conmigo misma por estar en este lugar, conversar con Draco fue agradable, incluso el momento en el puente en que creí que me besaría, no quería oponerme, las cosquillas en mi estómago me hacían sentir aturdida, mi pulso acelerado, mi cuerpo guiándome hacia Malfoy, ¡Estaba loca! Debía estarlo para sentir todo esto.

Draco Malfoy el insoportable niño sangre pura que se creía superior a todos solo por su dinero y apellido, no podía ser la misma persona que estuvo hoy conmigo en la plaza, ni en el cine, ni en el Tower bridge, ni aquí hace un momento, no podía ser el mismo al que desee besar. Porque si alguien en el mundo me había tratado mal era él, y ahora yo deseaba estar cerca de él, no podía creerlo. Por eso mismo no pude contestar nada cuando me dio las gracias, ¿era su manera de disculparse? No lo sabía, y aunque en el último tiempo me sentía atraída hacia él y un sentimiento nacía poco a poco, yo ignoraba si esto era correcto, y es que no podía serlo cuando nos separaban tantos prejuicios y mi orgullo.

Abracé la prenda con la que minutos antes me abrigó y sentí el aroma de Draco, era como lo recordaba.

Me quedé dormida recostada en el sofá, navegando en mis pensamientos entre lo correcto y lo incorrecto.