DIARIOS DE HOGWARTS

Day 1. Bailando bajo la lluvia

Salí molesto de la sala común, me llenaba de ira la chillona voz de Pansy repitiendo una y otra vez la misma absurda frase:

¡Draco Malfoy se enamoró de una sangre sucia!

Esa molesta voz sonando en mi cabeza me enfurecía cada vez más ¡Cómo puede considerar algo tan descabellado! ¡Maldita Pansy! ¡Su cerebro ya no funciona! Lancé mi capa a un lado debido al calor que la chimenea brindaba a la estancia, sin tomar en cuenta que afuera empezaba a nublarse.

Solo habían transcurrido algunas horas desde que despertara después de una breve siesta en la sala común mencionando aquel maldito nombre: – ¡Hermione!
Para mi mala suerte todo Slytherin se encontraba ahí, no hubo uno solo que no me escuchase decir ese nombre.

Ni siquiera recuerdo que sueño pudo hacerme mencionar el nombre de esa bruja, ni de qué manera lo expresé para que Pansy hiciera tanto drama.

Camine por los jardines de Hogwarts sintiendo el viento frío humedecer mi rostro, no sabía exactamente qué sentir ¿ira? Por la burla de los slytherins; ¿vergüenza? Por soñar con una bruja sangre sucia, probablemente ambas, en la última clase de encantamientos aprendí que ambas emociones se relacionan, pero aceptar eso, sería como aceptar mi cobardía, sentir vergüenza es el resultado de la ira que siento hacia mí mismo por no aceptar lo que siento...
¡Alto! ¡Nada de eso! ¡Yo no siento NADA!

Seguí caminando mientras intentaba poner mi mente en un asunto más importante, para entonces la llovizna se había transformado en un fuerte aguacero, aún así no le di importancia.

Al acercarme al lago escuché una melodía, era tenue, opacada por las gotas de lluvia que golpeaban una tras otra el suelo; era suave y agradable, busqué el origen de aquella melódica voz que la acompañaba y al encontrarla maldije haberlo hecho.

Una silueta delgada bailaba bajo la lluvia, la tela mojada se abrazaba a su piel dejando ver su sostén blanco de encaje, parecía un hada del bosque tarareando dulcemente una canción desconocida para mí, pero que inundaba mis sentidos haciendo mi interior estremecer, cerré los ojos unos minutos para apreciar aquel agradable momento.

Estaba seguro en ese instante de estar bajo un hechizo, solo eso podría explicar cómo terminé en aquel lugar disfrutando a escondidas aquella escena que en otro momento me habría resultado aversiva.

Hermione Granger se movía con gracia al girar una y otra vez como si bailaba un vals, aunque distaba mucho de un baile formal, su mirada iluminada parecía imaginar a alguien bailando con ella, desee por un momento que todo el pasado desagradable entre nosotros no existiera y así poder acercarme con naturalidad y acompañar su danza y que esa mirada me fuera dedicada.
Decidí alejarme de ese lugar y darle espacio a Hermione, no tenía derecho a espiar sus acciones.
Di un paso hacia atrás intentando no ser visto.

¡Crac!

Pisé una pequeña rama que descubrió mi ubicación, no quería incomodar a Granger, lo mejor era irme sin causar ningún problema.

Intenté ponerme en marcha cuando escuche su voz.

— Sal de ahí quienquiera que seas.

¡Oh, maldición,me descubrió!

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