Dongmin se encontraba en un pojangmacha cenando y tomando un par de cervezas.
Su cabello se encontraba algo desordenado, su corbata un poco floja, y su maletín posaba a un lado de el.
Se acomodo sus lentes mientras observaba a las personas pasar cerca de él.
Individuos preocupados en sus propios asuntos, sin importarles las personas de su alrededor.
Algunos caminando tan rápidos, llenos de prisa, mientras hablaban por teléfono o con la mirada fija en el móvil.
Otros más, caminando tranquilamente, dando un paseo nocturno, con buena compañía.Los autos pasaban uno tras otro, sin mirar atrás.
Todo parecía estar en su lugar, marchar como debía de ser, pero...
Pero todo se sentía tan lejano, era como si no estuviera allí mismo, como si nadie lo viera, como si no existiera.
A lo lejos diviso una pareja joven, era una heterosexual, pero aún así, no dejaba de ser bonita.
Se acercaban tomados de la mano, riendo, seguramente de alguna babosada que alguno de los dos pudo aver dicho.
La chica venía un poco más atrás que su novio, entonces tomo impulso y salto a la espalda de su novio, al estar desprevenido ambos cayeron al suelo, rompiendo en carcajadas y risas de alegrías, seguramente atesorando ese bello momento en sus corazones.
Dongmin río por inercia, siendo testigos de aquel bello momento.
Al levántarse, el chico acunó el rostro de la chica, la observó por menos de un minuto, le regaló una sonrisa tierna y sincera, y presionó sus labios con los de su novia.
El pelinegro sonrío al verlos, pero poco a poco, su sonrisa se fue borrando.
Volteó la mirada mientras tragaba duro, sentía sus manos temblar un poco, y sus ojos amenazaban con querer llorar.
Aclaro su garganta, cuestionando aquellos sentimientos confusos, y llegó a la conclusión de que tal vez... tal vez, se sentía muy solo.
A sus ya treinta y un años, jamás había tenido tiempo para tener una pareja.
Desde que era joven jamas le interesó en lo más mínimo tener alguna, siempre excusándose con cosas como; "El amor no es para mí" "No tengo tiempo, ni ganas" "Soy joven, despues me preocuparé por eso".
Y no es que jamás haya tenido algún tipo de contacto con alguien, no.
El conocía muy bien su sexualidad, y nunca faltó algún chico con quién salir a beber y terminar follando como toros en algún motel.
Pero eso era diferente, todo era momentáneo, jamás duradero.
Pero todo eso se fue acabando, llegó a un punto en que ni eso llegaba hacer, por estar más ocupado en su trabajo, hasta llegar hasta este preciso momento, solo, sin compañía, y sin amigos.
Hace tres años atrás, un chico se le declaró, fue el último que recuerda, y obvio lo rechazó.
Su ex amigo le dijo, "Se te va a ir el tren Dongmin".
Y tal vez, MJ tubo razón.
Ahora ya nadie se interesaba en él, ya era demasiado tarde para ello.
Sus lágrimas estaban apunto de estallar y dar un gran recorrido por el rostro del pelinegro, pero Dongmin bruscamente paro su torso sobre su rostro, tragando seco y dando un largo suspiro.
Aclaro su garganta y hablo.
—Ajumeoni, ¿Disculpe? La cuenta porfavor.
La de mayor edad, le dió la cuenta y Dongmin no dudo en pagar.
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DESTINO O CASUALIDAD // BINWOO
Historia Corta⟨⟨Dos extraños bailando bajo la luna. Se convierten en amantes al compás... De esa extraña melodía, que algunos llaman destino, y otros prefieren llamar casualidad. Y bailan, sin que les importe nada, que suceda alrededor. Y la gente que les mira va...