⋊ 𝓾𝓷𝓸 ⋉

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ZEE



Yo nunca, nunca: me he perdido total e irremediablemente.


Ese único hilo en el foro "Conoce Amigos Locales" me llamó la atención. No sólo me llamó la atención, sino que me molestó de tal manera que no podía dejarlo pasar. Me obsesioné y pensé en ello continuamente. No podía entender cómo es que alguien podía perderse. No con la tecnología actual. Todo el mundo tiene un GPS en sus teléfonos y en sus autos. Sin mencionar que todos aprendimos a leer mapas ...como en tercer grado. Y aun así, la gente se pierde todo el tiempo.

Lo que se suponía que era una discusión para personas que nunca se habían perdido, rápidamente se convirtió en un punto de partida para que todos compartieran las historias más escandalosas sobre el peor momento en el que se perdieron.

Eso también me molestó.

Como estaba obsesionado con este hilo, tuve que leer todos los comentarios. Y había tantos comentarios. Cada uno de ellos era de una historia sobre perderse.

Hasta uno.

SUPer Sun.

Ese era su nombre de usuario.

'Soy de una de las ciudades más grandes de Tailandia, estoy en el extremo de alto funcionamiento de alguien con déficit atencional y nunca me he perdido'.

Al final, había alguien quien me atrapó. Estaba tan entusiasmado por reunirme con este individuo de ideas afines que me salté enseguida la ansiedad y me sumergí en unicamente estar emocionado.

Pero, tres días después de coordinar este encuentro con SUPer Sun, mis nervios se han apoderado de mí.

Date la vuelta, Zee. Regresa a casa. Mira repeticiones de Dexter con tu gato y cocina una cena triste y solitaria para comer por ti mismo, como lo haces todas las noches.

Puedo manejar un montón de cosas, pero la soledad es demasiado difícil de soportar, y es por eso que estaba en ese sitio web en primer lugar, una app que reúne a la comunidad local para pasar el rato o conocerse.

Me detengo en la acera frente al Grand Hotel Oslo y hago el intento de calmar mi respiración, que se esta volviendo bastante irregular. Todo en mí dice que siga conduciendo, pero no lo hago. Estaciono el vehículo y espero, inclinándome sobre la consola central para ver mejor la puerta desde la ventana del lado del pasajero.

Un hombre con un traje elegante sale del hotel y frunce el ceño mientras examina los coches que hay delante. Mi ritmo cardíaco se dispara. Él es mayor que yo, quizá tenga cuarenta o cincuenta años, y parece ser alguien bastante sensato.

Esto fue un error.

Simplemente debería conducir lejos.

El hombre saca su teléfono y lee algo en él. Probablemente ese sea mi último mensaje de texto indicándole que llegaría en veinte minutos. Por mucho que quiera alejarme e ignorar sus mensajes de texto, algo me obliga a quedarme.

"Señor", resuena una voz desde mi izquierda a través del cristal. "No te puedes estacionar aquí. Señal de incendio".

Sobresaltado por el sonido abrupto de la voz de un hombre, giro la cabeza de pronto para encontrar a un chico que se asoma para mirarme. No lleva uniforme de policía. De hecho, para nada hay algo oficial sobre él.

Joven.

Sonriente.

El cabello castaño claro desordenado cae sobre sus cejas y sus brillantes ojos color caramelo.

¿Alguna Vez Te Has Perdido Total e Irremediablemente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora