HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido".
Madelyn siempre había tenido esos pensamientos, especialmente al recordar que su padre, Sirius Black, traicionó el legado familiar al irse a los Potter.
Detrás del árbol...
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CAPÍTULO DIECIOCHO «Baile de navidad»
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La mañana de Navidad en Hogwarts siempre traía consigo una magia especial, un aire de alegría y anticipación que llenaba los pasillos de piedra y las salas comunes. El castillo, cubierto de nieve, brillaba bajo la luz del sol invernal, y el Gran Comedor se preparaba para un festín que haría olvidar cualquier preocupación.
—¡Levántate, Madelyn, ya es Navidad! —gritó Daphne, mientras saltaba sobre la cama de Madelyn. Sus ojos brillaban y su cabello rubio parecía tener vida propia.
Madelyn abrió los ojos de golpe, sobresaltada, y se incorporó en la cama, viendo a Pansy saltar emocionada de un lado a otro por toda la habitación. El espíritu navideño la había invadido por completo, contagiando a todos con su entusiasmo.
—¡Vamos por los regalos! —exclamó Pansy, tomándola del brazo y arrastrándola fuera de la habitación. Daphne las siguió de cerca, tarareando una melodía navideña.
Bajaron corriendo las escaleras desde las habitaciones hasta la sala común, donde la mayoría de los estudiantes ya estaban levantados, abriendo sus regalos. El murmullo de voces emocionadas y el crujir del papel de regalo llenaban el aire.
Draco aún llevaba su pijama de seda verde claro, pero lucía un gorro negro de lana que le habían enviado, y Madelyn sonrió al verlo tan contento. Incluso la expresión normalmente severa de Draco se había suavizado con la alegría de la mañana.
Pansy tomó uno de los regalos debajo del árbol y se lo entregó a Madelyn. La caja era pequeña, envuelta en un papel color vino y con su nombre escrito en letras doradas.
Madelyn la abrió con cuidado y encontró una delicada cadena plateada con la letra "M" grabada en un elegante estilo cursivo. Al leer la carta que acompañaba el regalo, supo que era de parte de Andromeda y Tonks, y sonrió agradecida. Se sintió conmovida por el gesto, sabiendo que a pesar de la distancia, siempre la recordaban.
—¿Te ayudo? —preguntó Draco, que estaba frente a ella, señalando el collar. Sus ojos grises brillaban con curiosidad.
Madelyn asintió, le entregó el collar, se dio la vuelta y se recogió el cabello. Draco, con sus dedos largos y hábiles, abrochó el collar con cuidado.
