El Omega de Sanji Vinsmoke (SANZO)- [PEDIDO ESPECIAL - EN EMISIÓN]

MATE 3

''¡Gin! ¡Gin!'' grita la pelinegra asustada al ver como Vinsmoke esta perdiendo la cordura ante el peliverde. Ella no podía permitir que su amigo marcase a ese hombre y menos cuando no se encuentra en sus cinco sentidos. Al ser Vinsmoke un Alfa de pura sangre, la pelinegra le preocupaba que su amigo se enlazara con alguien a quien no conocía y esto podría traer consecuencias devastadoras para Sanji.

''¡Maldita sea Sanji-san!'' se acerca con rapidez la pelinegra para tratar de separar al omega varón del rubio que está olfateando su piel y luego frotando su nariz entre la unión del cuello y hombro para morderlo y marcarlo como suyo. ''¡Reacciona por favor!'' Violet grita impulsada por la preocupación y tomando al rubio por su saco para tirar de él. Ella no quería ver a su amigo enlazado a una pareja a la cual ni conoce ni mucho menos ama; Violet había sido testigo de ese tipo de relación, era abusiva e insana, e incluso podría decirse que era algo que conocía de primera mano.

''¡Gin!'' grita llena de euforia la omega. Sus feromonas llenas de preocupación y pánico se esparcen por el jardín sin poder detenerlas. De pronto, Violet es empujada y cae al suelo con fuerza; el hombre de ojeras marcadas y cara de pocos amigos actúa rápidamente alejando a Vinsmoke del omega peliverde a quien estaba a punto de morder. Por suerte para él, pudo interferir antes de que la unión se diese; si no hubiese llegado a tiempo, es posible que su cabeza rodara sin misericordia alguna por parte del patriarca de la familia.

El pelinegro empuja al omega varón y le clava una jeringa para detener el celo que estaba dando inicio. Gin es un hombre precavido, y por lo vivido desde su experiencia con otros clientes, algunas veces lleva un supresor consigo mismo para casos como estos. Inyecta el líquido directo en el joven jardinero y este gruñe por la molestia del pinchazo. Si no detenía el celo seria imposible detener a su jefe el solo.

-¿Cómo te atreves Gin? - pregunta el rubio en un gruñido tan bajo que le provoca un escalofrió en toda la columna vertebral a su guardaespaldas.

Gin sabe que si contesta de forma indebida podría rajarle la garganta con su fuerza; tiene que ser precavido con el alfa. Tiene que responder de forma adecuada sino sería su fin.

-escuché los gritos de Violet-san y decidí venir a ver que sucedía. - el pelinegro de la bandana gris mira a la mujer en el suelo aun sentada observando la situación un poco alarmada. Gin, siendo precavido debido a su trabajo y naturaleza, se interpone entre el rubio y el peliverde. - asi que solo cumplía con mi deber de cuidarlo, Señor Vinsmoke.

El rubio hace una mueca de disgusto y sus feromonas empiezan a aplacarse poco a poco. Sanji, al ser un alfa dominante, podía dominarse mucho mejor los demás de su casta cuando percibía el dulce olor de los omegas en celo, pero curiosamente con el peliverde no sucedía asi. Hay algo en él que lo motiva a querer marcarlo y poseerlo.

Su instinto para aparearse lo llamaba con tanta fuerza hacia él que simplemente su cuerpo se movía solo de forma instintiva cuando percibía esas feromonas tan provocativas para sus sentidos que lograban dominarlo de cierta forma.

-gracias, Gin - el blondo ayuda a la mujer levantarse y luego procede a arreglarse la camisa y el saco. Una vez listo mira al peliverde que se encuentra en el suelo sentado respirando calmadamente después de haber sido inyectado con un supresor.

El alfa de ojos azules saca una pequeña tarjeta y se la entrega al omega quien le gruñe molesto. El peliverde la toma entre sus dedos y mete en el bolsillo de su ropa para luego terminar de arreglarse.

-seguiré trabajando - replica molesto el omega mientras comienza a tomar las herramientas del suelo para seguir podando. Después de todo, no podía fallarle a Heracles-san con el trabajo del jardín.