Datos curiosos

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Yey! ¡Por fin está publicado!  - Laureus baila sobre sí misma tirando confeti por toda la habitación.


Primero que nada, gracias lector por leer este retelling de La Casa de Bernarda Alba. Te aviso que en este capítulo encontrarás divagaciones de la autora y datos curiosos. ¡AHÍ QUEDA LA ADVERTENCIA!

Bien, este relato es mi participación en el desafío de WattpadFantasiaES de hacer un retelling con género fantástico.

Para mí era un gran desafío porque es el primer concurso de una cuenta de Wattpad official en el que participo, porque es el primer retelling que hago y porque me apunté a bruta y me quise marcar un doblete. 

Este año, después de pasar grandes crisis de ansiedad, he decidido administrarme el tiempo por trimestres, así que un día abrí Wattpad y vi este concurso. Lo añadí automáticamente a mi lista de cosas que hacer este trimestre. Después abrí itch.io, la página donde publico mis videojuegos narrativos y haciendo scroll por los desafíos de esta plataforma encontré un desafío de hacer un videojuego narrativo con temática de cuento de hadas.

Así que decidí escribir una historia fantástica con toques de cuento de hadas para poder adaptarlo después a un juego.

Pero me tomé bastante en serio la búsqueda del relato a adaptar. Me pasé varias semanas pensando qué relato iba a adaptar porque quería alejarme de los típicos relatos de los hermanos Grimm, Hans Chrsitian Andersen que están más que adaptados.  Primero fantaseé con algún relato no tan conocido de los hermanos Grimm como La mujer de las manos de plata que me gustaba porque tenía un pequeño número de personajes pero la historia era muy extensa para adaptarla a un juego y además ya era fantasía de por sí. Así que quedaba descartada.

Por lo que ahondé en la idea de que el relato a adaptar fuese de otro género. Por mi mente pasó Isaac Asimov y su amplio repertorio de relatos de ciencia ficción. En concreto, el relato de El amor verdadero me llamó mucho la atención, porque era corto y se le podía dar una vuelta para que fuese más feminista. Con toda la ilusión del mundo me senté delante del ordenador y con una mezcla de ilusión y miedo le pregunté a Google relatos de Isaac Asimov  de dominio público. Primer resultado ya contenía las palabras malditas Ley de Mickey Mouse. Con esta famosa ley todas las obras de Isaac Asimov que ya eran de dominio público dejaban de serlo. Y El amor verdadero aún no había llegado al dominio público con la ley antigua.  Vuelta al brainstorming.

En esta ocasión, cambié mi aproximación y busqué directamente historias de dominio público de países europeos. Fantaseé con la idea de adaptar algún relato de Agatha Christie o de Sherlock Holmes. Pero fue entonces cuando se me cruzó la idea de adaptar La casa de Bernarda Alba.

Este título es de obligada lectura para los estudiantes de preparatoria a la universidad, y  yo tengo buenos recuerdos de interpretar esta pequeña obra de tres actos en clase y de zambullirme en el análisis de la simbología, el lenguaje y de enfadarme por el machismo de la obra. Así que ya tenía ganadora. 

Tras releerme la obra, empecé a plantearme el mundo fantástico donde trascurriría la historia. Obviamente habría magia, pero quería alinearme con la idea del miedo al que dirán que había en la obra de García Lorca. De esta forma nació el poder de las palabras.

Además quería dar voz a aquellas hermanas que hablan del pesar de ser mujer en la obra, fue entonces cuando Amelia, que es un personaje completamente secundario pasó a ser la protagonista de este retelling. 

Le di a Amelia un capítulo de mi vida. Porque en el instituto, mis compañeros tuvieron a bien ponerse nombretes unos a otros, llegando hasta el punto en el que algunos sólo respondían por el dichete. Menos yo, que los ignoraba flagrantemente hasta que se dignaban a llamarme por mi nombre real.  Así que ya tenía controlado como se podía esquivar el poder de las palabras.

Por otro lado no quería dejar tampoco el escarceo amoroso de Adela y Pepe El Romano atrás así que los incorporé como el escándalo que hizo levantarse a Bernarda Alba de su tumba.

A estas alturas ya tenía muchas piezas y mi mente empezaba a burbujear, ahora sí, hora de escribir.  Me senté delante del ordenador y escribí la mitad de la historia del tirón. Sin saber que era la mitad de la historia, porque tendríais que ver mi cara cuando paso el contador de palabras y veo la imponente cantidad de 500 y yo solo acababa de terminar de introducir a todos los personajes. Tenía esperanzas de ponerles un desafío a cada una de las hermanas para que se liberasen del kotodama. Pero los límites del concurso, son los límites del concurso. 

Aunque ya saben el dicho "dentro de toda crisis hay una oportunidad", así que archivé la idea de los desafíos para ponerlo en el videojuego y dejé que las 500 palabras restantes se rellenasen solas. 

Al final, el relato se me quedó un poco por debajo de las 1000 palabras, pero me gusta el resultado. Puedo decir que el esfuerzo ha merecido la pena. Espero que a ti, querido lector, también te haya gustado. 

¡Gracias por leer mis locuras!

¡No te olvides de votar la historia y de compartirla!✨

La casa de Bernarda Alba - El poder de las palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora