03. TORNADO / BURBUJAS DE JABÓN

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Caminaba calle abajo hacia casa.

Estaba cálido, así que me quité la camisa de trabajo. Me dejé la camiseta blanca que tenía por debajo y la brisa refrescó mi piel.

Las llaves del taller pesaban en mis bolsillos. Las extraje y las observé, jamás había tenido tantas llaves. Me sentía responsable por algo.

Las devolví a mi bolsillo. No quería tener oportunidad de extraviarlas.

- ¡Ey! ¡Ey, el de ahí! ¡Tú! ¡Ey, chico!

Levanté la vista.

Había un niño parado en el camino de tierra, mirándome. Su nariz se sacudía y sus ojos estaban muy abiertos. Eran avellana y brillantes, tenía el pelo corto y negro, la piel suavemente bronceada, casi como la mía. Era joven y pequeño, y me pregunté si estaba soñando otra vez.

- Hola.

- ¿Quién eres? -me preguntó.

- Soy Minho.

- ¿Minho? ¡Minho! ¿Hueles eso?

- Huelo los árboles -respondí tras olisquear el aire. No podía oler nada más que los bosques.

- No, no, no. Es algo más grande -dijo negando con la cabeza. Caminó hacia mí, sus ojos se fueron agrandando y comenzó a correr.

No era muy corpulento, no podía tener más de diez o once años. Colisionó contra mis piernas, y apenas pude dar un paso hacia atrás cuando comenzó a treparse en mí, enroscando sus piernas en mis pantorrillas e impulsándose hacia arriba, hasta que sus brazos rodearon mi cuello y estuvimos cara a cara.

- ¡Eres tú!

- ¿Qué soy yo? -no entendía lo que estaba sucediendo.

El pequeño estaba en mis brazos, no quería que se cayera.

- ¿Por qué hueles así? -quiso saber mientras sostenía mi rostro entre sus manos y apretaba mis mejillas hacia el centro-. ¿De dónde vienes? ¿Vives en el bosque? ¿Qué eres? Acabamos de llegar aquí. Por fin. ¿Dónde está tu casa? -apoyó su frente sobre la mía e inhaló profundamente-. No entiendo - exclamó-. ¿Qué es? -y comenzó a arrastrarse hacia arriba y sobre mis hombros, con sus pies presionando mi pecho hasta que trepó mi espalda, con sus brazos en mi cuello y su barbilla enterrada en mi hombro-. Tenemos que ver a mamá y papá -dijo-. Ellos sabrán lo que es esto. Ellos lo saben todo.

Era un torbellino de dedos, pies y palabras, y yo había quedado en medio de la tormenta.

Sus manos estaban entre mi cabello, tirando de mi cabeza hacia atrás mientras me decía que vivía en la casa al final del camino, que acababan de llegar hoy. Que se había mudado de muy lejos. Estaba triste por dejar a sus amigos. Tenía doce y esperaba ser grande como yo cuando creciera. ¿Me gustaban los cómics? ¿Me gustaba el puré de patatas? ¿Qué era Lo de Jaebum?

¿Había trabajado con algún Ferrari? ¿Alguna vez había hecho volar un auto?

Quería ser un astronauta o un arqueólogo, pero no podía ser ninguna de las dos porque debería ser un líder, algún día. Dejó de hablar por un momento luego de decirlo.

Sus rodillas estaban enterradas a mis costados. Sus manos se envolvían en mi cuello, el peso de su cuerpo era casi demasiado para mí.

Fuimos hacia mi casa. Hizo que me detuviera para poder observarla, no se bajó de mi espalda. Y en lugar de eso, lo suspendí en lo alto para que pudiera ver.

- ¿Tienes tu habitación propia? -preguntó.

- Sí, ahora somos mi madre y yo.

- Lo siento -dijo tras un silencio.

Wolfsong ┇ MinSung ( Adaptación )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora