18[Editado]

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𝙄𝙢𝙥𝙪𝙡𝙨𝙞𝙫𝙤...

Al día siguiente me levante temprano, me duche y después de haber desayunado, me dirigí al trabajo. Como ya era costumbre en mi al entrar en mi oficina empecé a reaccionar todo y dos horas después ya había terminado, al final tomé asiento y empecé a corregir todo el trabajo que tenía por delante. Más tarde ese día ya había completado mi trabajo y se acercaba la hora del almuerzo aunque yo nunca salía de mi oficina, estaba tan concentrada que no me di cuenta hasta que el toque en la puerta me hizo dar un respingo del susto.

-¡Adelante!

Al levantar mi vista para ver de quien se trataba, mis ojos conectaron con los de Ryan.

- Ah... disculpa, no quería interrumpirte- note que estaba nervioso, como siempre que venía a verme.

- No, esta bien no te preocupes- lo siento, pero tengo que preguntar- Ryan ¿Por qué siempre estas nervioso cuando vienes para acá?

Pero que chismosa...

Tu ni hables.

Como órdenes... gruñona...

- Eh.. yo ... no estoy nervioso- dijo con la voz queda.

- Que mal mientes querido Ryan- no pude evitar la sonrisa que se formó en mis labios.

- No... estoy mintiendo- se sonrojo un poco y se paso una mano por el cabello oh claro que lo hacia.

Deja de asustar al pobre Ryan...

Shssss.

- Vale, te creo dime ¿Que pasa?

Dudo un momento en decirlo y entrecerre mis ojos observándolo fijamente... sip esta muy bueno, ah y nervioso tambien.

-¿Y?- lo inste a proseguir.

- Yo... eh- se aclaro la garganta- Me pregunto si ¿Quieres salir a almorzar?

Yo solo lo quedé mirando como la estúpida que soy, bueno la verdad es que no entiendo porque estaba tan nervioso por decirme eso, pero de igual manera sonreí.

Aveces me da vergüenza ser tu conciencia...

Pero...

Solo dile que si, por amor a dioos...

¡¡¡Esta bien!!!

- Ryan, yo nunca salgo a almorzar- y se sonrojo muchísimo pobrecito.

- Si no quieres est...

- Pero iré contigo- le asegure poniéndome de pie.

-¿Enserió?- su voz denotaba asombro y al darse cuenta, se aclaro la garganta- Me parece bien.

- Bueno, ¿Nos vamos?- Ryan asintió y salimos de la editorial.

Llegamos a una cafetería que está a tres calles de la editorial, nos sentamos en las mesas de afuera e hicimos nuestros pedidos. Ryan no dejaba de mirarme, así que decidí romper el silencio que se había formado.

- Ryan- el me miró enseguida-¿Que edad tienes?- el parpadeo como si acabará de volver a la realidad.

- Emm... tengo veinticuatro ¿Y tu?

- Veinte, toda una niña- murmure divertida.

-¿Y tu novio?- al soltar esa pregunta deje de reír, el al notarlo se aclaro la garganta otra vez- Lo siento, no debí preguntar.

- No pasa nada- le asegure al ver que se estaba poniendo rojo- Y pues, sobre el es complicado.

El asintió y fue porque claramente no sabia lo que estaba pasando, suspire y lo solté sin más.

Cura Mis Heridas. [Parte1 Y Parte2]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora