🍃Mi Alfa?🍃

🍃cuatro🍃

El Omega se negaba a creer que su celo se había adelantado remplazando aquel pensamiento por la idea de que probablemente solo había confundido la fecha en la que se presentaría su celo ese mes. La cafetería ese día estaba bastante tranquila a decir verdad en ese momento se encontraba casi vacía, fue un momento a el respectivo cuarto de empleados que tenía en aquel lugar a revisar rápidamente el calendario de su teléfono para verificar que su idea no era errónea pero más fue su sorpresa al ver qué la suerte no está muy de su lado ese día ya que efectivamente por primera vez su celo por alguna razón se había adelantado. Decidió que aquel día cerraría temprano su negocio para poder descansar el primer día de su celo ya que era uno de los días en que más fuerte era, el primer y último día de celo eran su peor pesadilla ya que el medicamento no funcionaba por mucho tiempo.

Espero un par de minutos a que el último cliente saliera de la pequeña cafetería para después tomar sus pertenencias, cerrar el establecimiento y empezar su trayecto hacia su morada.

Tenía una pequeña motoneta de color beige que utilizaba para transportarse o entregar pedidos pero Decidio ir a pie para relajarse un momento antes de ir a el encierro de su primer día de celo; como antes se mencionó no era el día en que la suerte estuviera muy de su lado ya que al pasar aún lado de un callejón un poco abandonado por dios fue jalado hacia dentro de este por dos figuras masculinas que a juzgar por su olor se trataba de nada más y nada menos que de un alfa y un beta que parecían a simple vista unos asaltantes sin más.

B(beta): Pero mira nada más lo que trajo el gato

A(alfa): que hace un ratoncito tan peculiar por aquí? Estos no son rumbos para un Omega, menos uno con tan bonita presencia

Dijeron el par caminando en dirección de el pobre Omega que trataba de ocultar el olor a miedo y a celo que tenía de la mejor manera posible mientras retrocedía en pasos lentos arrinconandose inconcientemente mientras buscaba la manera de escapar de aquella peligrosa situación, por la cual nunca había pasado.

B: Tranquilo niño bonito solo entreganos tus pertenencias y te podrás ir de aquí - dijo estirando una mano hacia el indefenso omega -

El Omega ya arrinconado y con un más notable olor miedo al igual que un ligero temblor en sus manos obedeció empezando a sacar sus cosas de valor de sus bolsillos entregandolas de manera rápida al beta quién lo miraba satisfecho, tal vez pensaría en asaltar omegas más seguido.