CAPÍTULO 17

182 32 7
                                    

A unos les llega la hora de volar y a otros de caer.

-Amor sarcasmo-

—Creí que no te vería hoy— comenté estando frente a él.

—Me estás mirando fijamente y no de la manera que quisiera— Haysel me ofreció una minúscula sonrisa más malvada que encantadora.

Estaba expuesta ante sus deslumbrantes e intimidantes ojos azules, se aproximó a mí rápidamente de manera autoritaria. Como defensa me crucé de brazos sin dar ningún paso esperando que él estuviera frente a mi.

—¿Ahora que se te ofrece?— pregunté seria y un poco molesta sin desviar la mirada.

No podía negar que su presencia arrogante y esa energía dominante me intimidaba, lo peor de todo, es que él lo sabía y en el fondo se divertía. Pero no me afectó, mi enojo ganó esta vez al recordar el beso que me plantó ayer, al enterarme que paso la noche con una persona del sexo femenino bajo el seudónimo de "ella".

No se que pretendía Haysel. Mi curiosidad siempre me ha ganado, quería seguir actuando ingenua para saber porque me usa como un peón en este absurdo juego.

—¿Ya me estás odiando?.

—Mmm, el odio es un sentimiento, y es lo no quiero sentir por ti, para mi eres indiferente—solté con la misma seriedad que lo caracterizaba a él.

— Me estas diciendo que no me odias, si no que me amas.

—Eres indiferente para mi— recalcó enojada.

Pensé que con mi comentario iba al menos alterarlo o afectarlo, sin embargo solo hizo que se acercara más a mi.

—Te gusta mentirte, sé que me odiaras a su tiempo— soltó un suspiro — Vamos, debes ver algo.

—Mañana— respondí cortante nuevamente.

Hoy no se esperaba mi cambio de actitud hacia él, por lo que noté como la expresión de su rostro estaba perdiendo la poca paciencia que tenía.

—Hagamos un trato, si aceptas ir conmigo, te dejaré en paz y no ayudarás a Caín, ni a nadie, quedarás liberada de todo deber.

—¿Qué ganarías tú en caso de que no quiera ir?.

Sus ojos se nublaron un poco como si buscaba algo en los míos.

—Te lo haría saber después.

Me quedé pensando por unos momentos, debo admitir que sus sorpresas eran algo interesantes.

—Se está terminando el tiempo, ¿Aceptas o no?.

—Acepto majestad— afirmé sin titubear

Logré divisar como sonrió al escuchar mi comentario.

Nos preparamos para subirnos en su moto y fuimos rumbo al lugar que quería enseñarme.

—Haysel— lo nombré dudosa mientras me mantuve sujetada de él rodeando su abdomen con mis brazos para tener un mejor agarre mientras conducía.

—¿Te arrepentiste?.

—No— volví a mentir.

Volvió en mí la curiosidad, por no saber dónde íbamos a parar, solo recordé las calles y los lugares que pasamos, como el hotel, aquel parque que estaba alumbrado, la parada de bus.

Haysel bajó un poco la velocidad, lo suficiente como para ver con detalle los restaurantes y bares que se encontraban en el área, seguido de esto se estacionó en una esquina donde estaban otras motos.

SUEÑO VACÍO (COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora