Calor. Besos. El sonido de una cremallera bajarse.
Claramente se había pasado con las copas. Todo le daba vueltas. En cierto modo así era, porque había pasado de estar de pie a sentir el suave tacto de las sabanas de Santiago. La habitación llena de jadeos por parte de ambos, la fricción de sus cuerpos, el calor que estos desprendían... Entre ellos dos habían creado su propio paraíso, todo era perfecto.
Pero ¿Cuándo fue que esto pasó de ser una simple noche de tardeo a estar siendo tocado por su "mejor" amigo? Yo tampoco lo se, no lo saben ellos y no lo sabe nadie.
Lo último que recordaba el mayor de los Musso, antes de comenzar a beber como desquiciado, era que su querida novia, la que nunca le iba a ser infiel y que siempre iba a estar ahí para él le había engañado con otro hombre. No recordaba muy bien como se veía Laura ahora mismo, ni las horas que había estado llorando queriendo desaparecer de este cruel mundo, incluso, había conseguido olvidar esa noche y ese bote lleno de pastillas, esas lagrimas amargas recorrer sus mejillas y ese sentimiento que hace que se te anude la garganta.
Ahora todo eso ya no importaba. No con él.
Santiago, Santi, Tavella... Como prefieras decirle, había sido amigo de Roberto desde su adolescencia, siempre había estado ahí para el, en las buenas y en las malas. Hay veces que una persona llega a pasar por situaciones que se consideran muy malas y es difícil encontrar a alguien que te apoye en ese momento de fragilidad, como cuando tu vida tiende de una llamada, de una decisión, de una noche. Por eso le dolió tanto como a Rober que le rompieran el corazón, casi incluso más. Sentir un nudo en la garganta porque sabes que tu amigo se está auto destruyendo y tu no poder hacer nada, ser indiferente al dolor ajeno, y no por que quieras, sino porque simplemente no puedes hacer nada. Todo tiende a empeorar hasta que un jueves a las 23:49 tu amigo te llama con voz entrecortada de tanto llorar.
Flashback
El teléfono de Tavella comienza a sonar en medio de la noche, él se extraña mucho pues no esperaba ninguna llamada a esas horas. Al agarrar el aparato ve que es Roberto quien le llama. Un poco preocupado, coge la llamada.
-¿Si?- dice mientas bosteza y se frota los ojos debido al repentino corte de su descanso -Robert, ¿va todo bien?-
Solo se escuchan sollozos al otro lado de la línea, Tave se preocupa bastante, no ersa normal que Roberto llamara en la madrugada.
-¿Roberto?¡Contéstame, me estoy preocupando!- dice mientras comienza a levantar un poco el tono de voz debido a los nervios
- S-Sant-ti... Estoy mal... No se qué más hacer... No puedo- Mientras gimotea esas palabras siente como las lagrimas pasan por sus mejillas, le tiembla todo el cuerpo y siente que todo comienza a oscurecerse-
A Santiago le cuesta asimilar esas palabras, no por lo que significan, él ya lo sabia desde mucho antes, él ya sabia que Roberto estaba mal, lo que realmente le dolía era escuchar eso salir de la boca de su amigo. Que todo eso que pensaba era real, que sus peores pesadillas podían ocurrir. Ahora estaba en un terreno peligroso y desconocido, un paso en falso y todo se acabaría.
-Roberto...- Era lo único que su boca podía articular en esos momentos - No te preocupes... Por favor... todo va a ir bien...-
- ¿cómo me puedo creer eso? Estoy comenzando a dudar- Tiene el bote de pastillas en la mano y una especie de sudor frío le recorre el cuerpo - No puedo más...- En ese momento se rompe y comienza a llorar demasiado fuerte.
¿Cómo se supone que tienes que reaccionar ante tal situación?
-Tito... por favor... No hagas... eso... por favor te lo pido... Dame cinco minutos y te prometo que estoy allá, pero por favor quédate ahí- Rápidamente Tavella se viste y se sube al coche hasta la casa de Robert.
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Él es mi novio - One shot Tavemusso
Fanfictionminihistoria de dos viejitos que se quieren mucho😿