Jotaro se encuentra en morioh con la misión de poder atrapar a Yoshikage Kira, lejos de casa, lejos de su esposa, lejos de su hija, un hombre solitario... Sin un lugar a donde pertenecer, en busca de un asesino, muerde el fruto prohibido en medio de...
-Doce de la tarde, hora del almuerzo, en las calles de Morioh se establecía el sol de verano en un clima cálido y caluroso, Jotaro se encontraba en una cafetería, se veía agotado, ligeramente estresado y con esa típica expresión de estoicismo por la que era conocido, bebiendo de su taza de café mientras sus ojos verdes azulados estaban fijos en el periódico que leía, se sentía frustrado, estrujó el periódico levemente mientras sus labios se fruncían en una mueca de disgusto al leer el encabezado del periódico. 'Familia clama acción por parte de las autoridades ante muchacha desaparecida hace más de 6 meses, la cuarta desaparición en la semana'. Jotaro cerró los ojos, resoplando con estrés, Kira yoshikage se le había escapado de las manos, sin pistas, sin rastros, sin ningún tipo de indicio que ayudara a terminar con todo este desastre, dejó el periódico a un lado y se dió un tiempo para tomar su café.
-Mientras bebía, sus ojos se fijaron en la entrada del establecimiento, pues un joven de rubios cabellos había entrado a la cafetería, le restó importancia a ese desconocido, 'crees en la gravedad?', una frase que empezaría a tomar sentido a partir de ahora.
-Su nombre era Denver, Denver yoshikage. 'Coincidencia' dirían algunos, 'destino' dirían otros, simple gravedad realmente, aquel muchacho de rubios cabellos que había acabado de entrar a la cafetería, era un joven estudiante de preparatoria, 17 años, 1.70 de estatura, sus ojos eran azules, un azul más claro que el cielo, su mirada proyectaba cierta seguridad, radiante en su uniforme escolar, se acercó al mostrador de la cafetería, con una sonrisa que naturalmente se formaba en su rostro.
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-Una mesera se dirigió alegremente hacia el joven con una brillante sonrisa, tomándolo de el brazo con confianza.
- "Yoshikage! Hace un tiempo que no te veo por acá, quieres lo mismo de siempre?"- Preguntó aquella mesera amablemente.
- "por supuesto, pero vamos! Ya nos tenemos confianza no es así? Llámame por mi nombre"- Dijo Denver con confianza, abrazando a la mesera por la cintura mientras ambos se dirigían al mostrador.
-Jotaro en ese momento no escuchó nada más que 'yoshikage', sus ojos se fijaron intensamente en ese muchacho, observandolo a detalle mientras dejaba la taza en la mesa, su mirada penetrante lo escudriñaba sin disimulo, esperaba realmente no haber escuchado mal, era un yoshikage?... cuántas personas podían haber en esa ciudad con ese mismo apellido?, era una mala jugada de la vida? O podía ser una casualidad lo que lo ayudaría a saber más sobre aquel asesino que había estado buscando?... o más bien, sobre aquel hombre del que había estado esperando un indicio para empezar a buscar.
-Jotaro se decidió a levantarse, camino hacia el muchacho con un aura tenebrosa a su alrededor, sus ojos verdes azulados estaban fijos en aquel estudiante, lo tomó del hombro para llamar su atención, Denver alzó la mirada, sus ojos celestes se encontraron con los de jotaro, frunció ligeramente el seño, analizando su aspecto en un par de segundos, sonrió levemente.
- "necesita algo señor?" - Dijo, girandose cara a cara para mirar a ese desconocido vestido de blanco.
Jotaro asintió, luego tomó la punta de su gorra y la acomodó un poco. - "Si me permitiría... puedo hacerle unas preguntas?" - Preguntó kujo con esa voz grave y ronca que tenía.
