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Capítulo O5: Sheherezadhe

En la sala de ensayos de la orquesta reinaba el ruido y el desorden, algunos en grupos reunidos hablando sobre temas al azar, otros tocando cualquier cosa, otros preparándose previamente para el ensayo de la orquesta, mientras que esperaban que el concertino hiciera presencia en el Salón para afinar la orquesta.

Al marcar en el reloj la hora exacta del ensayo la puerta se abrió y entró Theodore, con seño fruncido y una expresión de pocos amigos a su vez que se dirigía al podio del director.
Los sucesos del día anterior le mantenían tenso e inquieto, pues no podia sacar de su mente todo lo que pasaba, si bien el rencor hacia Henry le hacía alejarlo aún una pequeña porción de su corazón le quería.
Pero como se convencía a sí mismo, ¿Que tenía para ofrecerle Henry en esta vida?
¿Solo un amor tardío que parecía búsqueda de internet explorer? Pues eso no sería suficiente.

Al tomar asiento en el podio del director la orquesta de inmediato guardo silencio y buscaron sus asientos los que estaban fuera de ellos a su vez que el joven dejaba su violín en donde debía sentarse luego de afinar la orquesta.

Mientras el ruido iba cesando en la orquesta lo que se escuchó fue a Xavier tocando uno de los solos de Sherezade, la vista de la orquesta se fijó sobre él, pues aún no culminaba. El joven de ojos esmeralda fijó su vista sobre su asistente de atril y arqueo la ceja mientras esperaba que terminara, a los oídos de Theodore; como conocedor de ese solo el sonido era sucio, no expresaba nada, no iba a ningún lado, iba acelerado y sin mencionar doble cuerdas por equivocación y desafinaciones accidentales

— ¿Acabaste? — Preguntó el de ojos esmeralda en forma diplomática.

— Puedo seguir, ya me sé todos los solos. — Contestó Xavier con una pequeña sonrisa llena de egolatría.

— Okay, ¿Por donde puedo comenzar señores? — La vista de la orquesta se redirigió hacia el que estaba en el podio del director. — Mira, mejor sigue estudiando el resto de la pieza es lo que necesitamos que toques bien, no tu versión tan mediocre de los solos. — Atacó Theo en un tono abrasivo acompañado de una sonrisa, seguido de risas de algunos integrantes de la orquesta.

Xavier rodó los ojos frunciendo el señor y apretando la mandíbula.

— Muchachos, si bien estoy de acuerdo que todos los de la fila debemos saber cómo tocar los solos, ese es el claro ejemplo de, lo que no se debe hacer — Theo dirigió su vista ahora a la orquesta — Antes de Afinar, en vista de que ya no necesitaré esperar un taller para esto, Xavier, por favor, cambiate con María.  Ahora ella es mi nueva asistente. — Hizo el anuncio Theodore en un tono dócil a su vez que Xavier y la muchacha de cabellos ondulados y baja estatura se movía un puesto para adelante.

Algunos aplaudieron, otros miraban todo con confusión y un pequeño grupo murmuraba entre si mismo.

—Bien ahora sí, Oboe, "La" por favor

La afinación se llevó a cabo en un tiempo récord de 2 minutos, y aún el director no llegaba a la sala.

— Bueno, no perdamos el tiempo, mientras el maestro llega iniciaré el ensayo, si me pierdo intentaré seguirlos, e igualmente si me equivoco pueden indicarlo — Dijo Theodore tomando la batuta y abriendo el score. "Sherezade" de Korsakov.

Esa era una suite sinfónica que buscaba recrear la historia de la mil y una noches y algunos de los cuentos contadas en ese libro. Era la obra favorita de Theodore y la que siempre había deseado tocar nuevamente y ejecutar los solos de violín, y en estas semanas se cumpliría.

Las manos del de cabellos negros subieron junto con los instrumentos del resto de los músicos, suspiró y bajo la batuta y la música empezó a fluir con el movimiento de sus brazos, dando la entrada junto con aquel magnífico dacapo que hacía referencia a  la autoritaria voz del sultán, pidiendo que llegara a el su nueva esposa.
Siguió la dirección y al terminar los Calderones de la madera rápidamente dejo la batuta sobre el atril y tomo su violín, y con calma y notas vibrantes ejecutó el primer solo de la pieza, algo para lo cual se había preparado durante el tiempo suficiente como para que sonara de una forma magnífica, haciendo alusión a la voz temblorosa de la mujer en su primer encuentro con su esposo.
Al terminar el solo le fue inevitable seguir dirigiendo está vez con el arco y al inicio del alegro non Troppo le fue inevitable no parar.

— Orquesta, acá tenemos un  a tempo, encima es una entrada muy importante, ya que acá comienza la el segundo tema. También debe ser muy ligero y delicado estamos contando una historia a un ritmo de vals.

— Excelente — Dijo el maestro atrás del podio del director con una pequeña sonrisa en su rostro.

Theodore volteo con sorpresa en su rostro y con vergüenza tomo rápidamente su violín y tomo su asiento como concertino.

— Discúlpeme maestro, no sabía que ya estaba allí, y quise adelantar algo, perdone mi atrevimiento — Musito el de cabellos negros en un tono suave.

— Tranquilo, Theodore, en serio, lo estabas haciendo excelente.

Una pequeña sonrisa llena de presunción se dibujó en el rostro del joven violinista, y la cara de Xavier demostraba que en cualquier momento iba a estallar de envidia.

Pero para el complejo pensar de Theodore todo lo que le pasaba al de cabellos castaños era bien merecidoz y era simplemente un ciclo natural en la música. Encima, que María incluso merecía ser Concertina, por su innegable talento y conocimientos, pero ahora ese era el puesto de Theodore, y estaba dispuesto a conservarlo por un largo, largo tiempo.

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