Harry Potter y el faro temporal -HIATUS-

Capítulo 25: El Juicio del Agua

Notas del Autor:

Potter pertenece a Rowling

- Originalmente planeé tener otro capítulo de "preparación", así como un capítulo de "prueba, pero luego me di cuenta de que el Juicio del Agua no tendría tanta acción como el Juicio del Aire, así que lo hice un capítulo más largo.

Capítulo 25: El Juicio del Agua

Cuando Hedwig regresó unos días más tarde con el gran lote de gillyweed, Harry y Hermione se habían acostumbrado a lanzar hechizos bajo el agua y confiaban en que ambos podían defenderse y realizar un 'escape de emergencia,' que era el encanto de cabeza de burbuja modificado y el encanto de peso pluma no verbalmente, bajo el agua. Al lado del Lago Negro, protegieron una pequeña área privada para sus viajes de exploración. De pie en el borde del agua con algunas capas adicionales de túnicas, Harry se volvió hacia Hermione y le preguntó, "Estás listo?"

Ella asintió en respuesta. Lanzando encantos cálidos sobre sí mismos, se encogieron de hombros de las túnicas y les pusieron una dosis de gillyweed en la boca. Era elástico y gomoso, y mientras lo masticaban, chorreaba algunos de sus jugos. Afortunadamente, no sabía tan mal. No tendrían que amordazar mientras se lo guardaban en la boca. Tan pronto como el aire respirable comenzó a sentirse incómodo, saltaron al agua. Solo tomó unos segundos completar la transformación. Sus manos se palmearon a medida que sus pies se hicieron más grandes y más planos. Las hendiduras se abrieron en sus costillas cuando el agua pasaba directamente a través de sus pulmones. Fue un sentimiento extraño para Harry acostumbrarse. Lo primero que notaron sobre el lago fue que el agua era salada, pero que también sabía correcto. Tragaron sus primeros respiros de agua. La siguiente fue que el agua estaba demasiado caliente, cancelando sus encantos de calentamiento, se sentía mucho más cómoda.

Miró a Hermione, quien le indicó que estaba bien. Comenzaron a nadar lentamente lejos de la orilla. Hermione sacó un trozo de pergamino y pluma, encantado de ser resistente al agua, y comenzó a hacer bocetos. Harry hizo lo mismo. Si bien ninguno de ellos tenía herramientas de cartografía o capacitación adecuadas, solo necesitaban que los mapas fueran lo suficientemente precisos para que Harry reconociera algunos puntos de referencia submarinos.

Las regiones más poco profundas del lago parecían bastante ordinarias. Solo vieron unos pocos peces que se alejaron antes de llegar a algún lugar cercano. Tuvieron que moverse más profundo para ver algo útil para la navegación. Debajo de ellos había un espeso bosque de algas marinas. Ninguno de ellos podía ver el fondo, y ambos desconfiaban de los peligros que podrían estar al acecho allí. Nadaron sobre él, tratando de hacer un seguimiento de lo lejos que se movían mientras dibujaban sus mapas.

De repente, Harry notó el movimiento justo debajo de él. Sacó su varita justo a tiempo para lanzar un bludgeoner a un grindylow que salió de las algas. Hermione, que todavía estaba dibujando, fue sorprendida cuando otro grindylow fue a por ella y envolvió sus largos dedos alrededor de su pierna. Harry se lo quitó con un bludgeoner mientras Hermione soltó su varita de su funda. Estaban disparando rápidamente hexágonos a su alrededor mientras un paquete de muelas pululaba hacia ellos desde abajo. Ambos nadaron hacia arriba, por lo que estaban unos buenos tres metros por encima de las algas nuevamente, quitando fácilmente los pocos molinos tontos que aún intentaban atacarlos. El resto se retiró a la seguridad de las algas. Hermione agregó rápidamente una nota a su mapa: "¡Paquetes de molienda!" ella garabateó.

Harry sabía que, el día del torneo, podría estar haciendo todo eso nuevamente, excepto sin Hermione como respaldo. Continuaron por el camino en el que estaban antes, excepto más arriba sobre las algas. Harry mantuvo su varita mientras Hermione continuaba mapeando. Las algas terminaron en un acantilado, donde el lago se hizo más profundo rápidamente. Harry no podía ver el fondo. Asintiendo el uno con el otro, ambos nadaron hacia abajo. Harry encendió su varita con lumos, que les dio unos pocos metros de visibilidad. Podían ver el lecho del lago, que Harry supuso que estaba a unos quince metros de la superficie. Apenas podía ver la luz del sol desde esta profundidad.