Dos Reinas • RYEJI •

CAPITULO IV

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HWANG YEJI

El consejo estaba tan sorprendido como yo que la Corona oscura aceptara mi invitación a una reunión. Podría ser otro indicio sobre que esto era un tema a tratar más grave de lo que pensábamos. La logística y preparación quedó en manos de Jennie y Seohyung. Por lo que ambas se encontraban hablando y dando órdenes por radio por de un lado a otro.

Lisa se encontraba revisando la guardia que nos acompañaría al palacio de lo justo y la que se quedaría en el palacio, tratando de separar las fuerzas uniformemente, coloco a Sohee como mi escolta principal. Ella era su mano derecha por lo que estaría detrás de mis talones en todo segundo.

Habían estado preparando meticulosamente el evento de reunió. Se haría en presencia de los consejos. Tenía la meta de entablar una conversión privada pero la introducción sería pública, ambas nos estábamos protegiendo rodeándonos de nuestra gente estratégicamente para que ninguna planeara un ataque a alguna de las dos coronas o eso pretendía yo. Lisa y Seohyung estaban más alertas y tensas a pesar de lo previsto, la posibilidad de que esto resultara de otra forma estaba ahí.

Haerin y Lia ya me esperaban en la habitación a que terminara con la junta del consejo para terminar los últimos detalles. Ellas eran parte del protocolo de corte que tenía que tener. Me ayudarían a estar lista para la reunión.

Nos habíamos trasladado esa misma mañana después de recibir la carta para preparar toda la guardia y el consejo.

Lia movió una maleta con cuatro ruedas de donde salían pequeños destellos. Los vestidos y los trajes elegantes siempre eran la opción, pero la razón por la que ahora se encontraban ahí para ayudarme era por lo que se encontraba en esa caja. Lia sacó un peto de armadura de oro blanco, que parecía tener un brillo divino mientras Haerin sacaba unas hombreras y un espaldar del mismo material.

La armadura en plata que eran estrictamente necesarios en este tipo de acontecimientos, no sería una pelea de espadas por el momento pero si de poder. La armadura que cubría mi torso estaba forjada en una brillante plata casi blancuzca, era una armadura milenaria que había sido sometido a poderosos hechizos de protección por generaciones pasadas, podría protegerme de ataques de la magia rival. No de todo hechizo pero si de la mayoría

También portaba la corona real, había pedido especialmente que la pulieran el día de hoy. Las joyas en ella y su color de oro blanco brillaban aún más hoy. Un pequeño recordatorio de poder.

Me coloqué primero una falda vaporosa blanca para luego ir por cada pieza. Vi las manos de Haerin temblar, hasta que las sostuve entre las mías para que se detuviera tranquilizándola.

Todos parecían más nervioso que yo, antepuestos a algún hecho negativo latente. ¿Debería estar más abrumada por esto? ¿Era un movimiento tan estupido y yo ni siquiera lo notaba?

Baje al salón principal incapaz de poder estar quieta en la habitación. Jennie y Lisa ya estaban en la puerta principal del palacio observando hacia los lotes vecinos. Ambas vestían de blanco y portaban amuletos; sus collares con sus totems, cadenas de herencia de protección, entre más.

- No ha llegado, la guardia está en alerta para avisar cuando llegue -. Me dijo Lisa mientras también trataba de ver algo en el camino de entrada

Sentí mi pulso acelerado y me obligué a regular mi respiración para que ellas no lo notaran. Ambas seguimos observando el camino y pude ver de reojo como ambas me observaban y luego intercambiaban miradas transmitiendo palabras de aliento con solo mirarse mientras entrelazaban sus manos. Crecí observando su amor y su apoyo en la una a la otra y siempre he pensado que ese tipo de amor debe hacerte sentir imparable y más poderoso que cualquier cosa.