Después de unos quince minutos de trayecto, finalmente llegamos a mi departamento. Me detuve frente a la puerta antes de abrirla, sosteniendo la llave entre los dedos. Giré la cabeza para mirar a Hanni, que esperaba pacientemente a mi lado.—Antes de que entremos...— la miré con una pequeña sonrisa —No esperes un departamento grande ni una decoración fancy ni nada de eso.
Ella ladeó la cabeza y sonrió con diversión.
—No me importa eso— respondió con suavidad.
Asentí y abrí la puerta, encendiendo las luces al entrar.
Para mi suerte, el departamento estaba más limpio de lo habitual. No es que fuera un desastre normalmente, pero tampoco podía decir que era un ejemplo de orden.
Hanni
Entré al departamento detrás de Minji y cerró la puerta tras de mí. Eché un vistazo a mi alrededor, inspeccionando el espacio.
No estaba nada mal. Era acogedor, con una distribución sencilla pero funcional. La cocina tenía una barra con un solo banco y justo al lado estaba la sala de estar. Había un sofá lo suficientemente grande para que al menos tres personas se sentaran cómodamente y una televisión de unas 32 pulgadas colgada en la pared.
Minji se apoyó contra la barra de la cocina y me miró.
—¿Quieres ver mi habitación?
Asentí con curiosidad, siguiéndola por un pequeño pasillo. En el camino me mostró el baño, un espacio estrecho pero suficiente, antes de llevarme hasta su habitación.
Cuando entramos, noté que su cuarto era muy diferente al resto del departamento.
La cama matrimonial estaba vestida completamente de negro, al igual que la alfombra en el suelo. Las paredes eran de un gris oscuro, decoradas con pósters de bandas y algunos dibujos pegados con cinta. En una esquina había un escritorio con una silla y, a su lado, un piano eléctrico. En la pared derecha había un pequeño clóset con sus cosas organizadas de manera sencilla.
El ambiente olía a ella, una mezcla entre su perfume y algo más tenue... una pizca de cigarro, aunque no era un olor molesto ni demasiado fuerte.
Minji se apoyó contra la puerta con los brazos cruzados.
—Creo que es obvia la diferencia de decoración— dijo con una leve sonrisa —No me importa mucho cómo luzcan la sala o la cocina, porque casi no paso tiempo allí. Pero mi habitación...— miró a su alrededor —Este es mi lugar seguro, así que me enfoco en hacer que sea cómodo para mí.
—Es hermosa— dije, todavía admirando cada detalle.
Minji sonrió suavemente.
—Mmm... pediré la comida. Si quieres, puedes darte una ducha— me dijo antes de acercarse para besarme la frente.
—Está bien— asentí con una sonrisa.
Minji salió de la habitación y yo caminé hacia su clóset. Abrí las puertas y busqué algo cómodo para ponerme. Finalmente, tomé una camisa oversize y unos bóxers que encontré entre su ropa.
Fui al baño y abrí la ducha, tardando un poco en encontrar la temperatura perfecta del agua. Me dejé envolver por el calor mientras el agua caía sobre mi piel, relajándome por completo.
Después de secarme y vestirme con la ropa de Minji, salí del baño y caminé hasta la sala de estar, donde ella estaba sentada en el sofá viendo su celular. Me senté a su lado y me acurruqué un poco.
—Oye— la llamé suavemente.
Minji apagó la pantalla de su teléfono y me miró con curiosidad.
—¿Por qué tienes tantos bóxers?

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Hurt - bbangsaz EDITADA
FanfictionKim Minji es trasladada a otro colegio después de haberse metido en varios problemas en el anterior. En su nuevo colegio conoce a Pham Hanni, una chica que es todo lo contrario a ella y vuelve su vida todo un caos. Al inicio la mayor tiene un gran o...