╰▶Tomau tomó a Rocky en brazos, habían completado una de sus tareas la cuál era llevarlo a una aventura. Terminaron de saquear aquella dungeon en el cielo y ahora estaban bajando gracias a unas alas ilegales que Tom había conseguido.
Al tocar el suelo, Tom soltó a Rocky en el suelo mientras él buscaba algo en su mochila.
—Espera Rocky, tengo que buscar mi mapa—el pelirrojo tomó asiento en el suelo—esto va a tomar un tiempito.
Y así fue, al parecer Tom perdió el mapa y tendrán que pedir indicaciones. Rocky jugaba con las tortugas que estaban a la orilla de la playa en la que estaban, se les hacía muy bonitas pero el prefiere a los loros.
A lo lejos, un chico con alas de pato se acercaba, era Quackity, un chico que Tom odiaba pero que nunca admitirá. Tenía un sonrisa en el rostro y se agrandó al ver al francés.
—¡Tomate!—saludó.
—Es Tomau—una pequeña vena se marcó en su frente aunque aún sonreía—¡Pato! ¿como estás?
—Muy bien, ¿y tú? No sabía que te hiciste amigo de Bobby—apuntó al huevo con overall rojo—Ya hasta le cambiaste el look, se volvió bien maquiavélico.
—Jeje no—dijo mientras forzaba la sonrisa—este huevo se llama Rocky, lo encontré hace unos días.
—¿Y Pomme?—Quackity soltó una risa burlona—Me enteré que la abandonaste eh, que mal padre.
Eso terminó hartando a Tom.
—¿Mal padre yo? Oh jeje, que buen chiste—sonrió mientras tomaba a Rocky en brazos—Realmente me fascinas.
Quackity se rió algo confundido.
—Eres una persona tan interesante y descarada, te atreves a llamarme mal padre cuando tú descuidabas a tu hijo—se acercó al rostro de Quackity y lo sujetó—Me agradas Quackity, espero que nuestra amistad siga prosperando—se dió la vuelta para irse.
—¡VETE A LA VERGA!—gritó el mexicano a lo lejos.
—¡Vete tú así te reencuentras con tu hijo!—le lanzó un beso y se fue entre los arboles junto a Rocky.