Petición

1.1K 98 60
                                    

Sus pasos resonaban por los pasillos de la base,que se encontraban desoladas sin ninguna presencia a sus alrededores. Eran las 12 de la tarde,la mayoría se encontraba almorzando en el comedor,los sonidos de las personas hablando cuando pasó enfrente de las puertas del comedor era indicativo de ello,aparte de que no había casi nadie a las a fuera,casi nulos los soldados que se encontraba mientras caminaba.
La planta de sus botas tácticas resonaba con el piso de mármol gris oscuro,en el silencio de los pasillos. Se dirigía a hablar con "su" Alfa,nunca pensó hacerlo por su cuenta.

Escucho por la mañana que no iría a almorzar,que preferiría ir a entrenar,así que se dirigía al gimnasio de la base.

Para su suerte,lo encontró y solo. Al parecer estaba muy concentrado en su entrenamiento,demasiado como para no darse cuenta de su presencia.

Se recargo en el marco de la puerta,con los brazos cruzados,mirando de arriba a abajo al hombre que tenía frente a él sin vergüenza,de todas formas,así era como quería que lo tratara el otro, ¿cierto? El gimnasio era amplio,realmente valía la pena entrenar ahí en ciertas ocasiones,sobre todo por las maquinas de entrenamiento.

König tenía entre una de sus manos una pesa,se evitaría las suposiciones de saber de cuantos kilos era,usaría eso de excusa más tarde. Solamente veía su espalda,notando que su torso se encontraba desnudo,su espalda tonificada y a la vista firme,tenía una larga cicatriz que recorria su hombro hasta arriba de su espalda baja,junto a otras muchas marcas,se veían ásperas y gruesas,como si en su momento fueron muy profundas...se veían desde hace tiempo las gotas de sudor recorriendo su cuerpo,si bien no hablaba,su fuerte respiración se escuchaba a la perfección.

-¿Cuánto tiempo planeas verme,liebe?- Se le adelanto el coronel,volteando a verlo,sin dejar de hacer sus movimientos con la pesa. Su mirada se veía llena de frustración y enojo,tan fastidiado,como si fuera y tuviera ganas de perforar a alguien,su voz no fue la excepción. Por poco veía humo emanando de su cuerpo.
¿Cómo no se daría cuenta de la presencia del Omega que tenía a su espalda?,claramente lo hizo,pero prefirió callar. Solía liberar sus emociones mediante pesados,cansados y bruscos entrenamientos,la tensión de su cuerpo se liberaba y podía tener tan siquiera unos momentos de liberación y distracción sin estrés. Esa mirada tan profunda era imposible de ser ignorada,sus ganas de conjugar unas palabras y oración le ganaron,por poco pensaba que el otro lo echizo,si bien no genero ningún sonido,no era capaz de ignorar a su destinado por completo,no puede evitar ser indiscreto.

Tuvo una mejor visión de los brazos del Alfa cuanto este volteo su cabeza al igual que un poco sus hombros,derivando a que viese las marcas de las venas palpitantes que recorrían sus brazos,causadas por el esfuerzo físico que estaba realizando. Contemplo a la perfección esa espalda,la guardaria por siempre en su memoria. La voz y mirada del contrario no le tomo tanta importancia,solo sabía que si estaba así,solo vendría a causar cahos.

De tras de esa mascara de calavera y mirada seria,se ocultaba una sonrisa y pensamientos "atrevidos" del cuerpo del contrario,una gran satisfacción de esa imagen frente a sus ojos.

-¿No puedo verte?-. Se acercó al contrario,observando aún más a la perfección su espalda,las ganas de posar sus manos en ella era irracional. -¿Por qué estas aquí? Pensé que no querías verme,teniente- Contestó de una forma despectiva,definitivamente rápidamente se arrepintió de esas palabras después de decirlas,sonó tan hipócrita consigo mismo. -¿Por qué tan a la defensiva? Pensé que te gustaría verme- Alegó mientras el otro se volteaba lentamente,quedando frente a frente. El olor de sudor no era asqueroso como siempre lo percibía de parte de otros solados de la base apesar de estar empapado de sudor,en cambio,percibió el aroma sutil del Alfa,la esencia de madera de pino muy intensa. Con esto podía especular que el contrario no usaba supresores,al parecer simplemente controla su olor por su cuenta.
Paro sus movimientos pero no soltó la pesa,la mantuvo arriba en una flexión de su brazo. Era demasiado alto,su cara llegaba a la altura de su pecho,se sentía pequeño. Su abdomen estaba muy bien definido,algo que ya se esperaba,¿cuantos no ha visto de los soldados que se quitaban la camiseta a la hora de entrenar?,varias,pero este era diferente,este si le gusta a ser honesto y sincero,quería tocarlo,pero no lo haría.
-Por supuesto que quería verlo,pero no pensé que seria usted quien se me acercaría- Respondió mirando,con seriedad en sus ojos y voz,contactando miradas en el proceso de hablar.

Desenfreno Tu Terrible Desespero - König X Ghost (EN CORRECCIÓN ORTOGRÁFICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora