Para Kim Taehyung

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Para: Kim Taehyung.

Esta es la primera vez en la que te dirijo la palabra y estoy nervioso escribiendo esto.

Tú no sabes quién soy, pero yo creo saber de ti.

De ante mano, pido una disculpa si lo que diré a continuación es absurdo para ti o lo consideras inaceptable. Aunque me heriría el corazón si lo tomaras de esas dos formas.

Esta es una carta donde escribo mis sentimientos hacia ti (como ya sospechas). Una forma para acercarme a ti e intentar reflejar mis palabras como un rayo de sol mañanero. Mi intención no es incomodarte, mi intención es contarte mi historia y tal vez agradarte.

Todo empezó en un otoño del 2017. El colegio en donde asistíamos fue el lugar donde mi lazo se enredó con tu meñique y no me avisó. Recuerdo que desde ese entonces eras popular con todos, aunque te mostrabas indiferente con ellos. Y lo comprendo, quizá te molestaba que esas personas se acercaran por tu apariencia física y mero interés. Supongo que ser el centro de varias personas no era de tu agrado, y menos cuando todos aparentaban querer ser tus amigos a cambio de popularidad. Se les notaba por encima.

A diferencia de ellos, yo alguna vez te odié, te odié por envidia. Y bien dicen que del odio al amor solo hay un solo paso. Pero, eso no es lo que quiero destacar.

Del odio, pasé a la admiración.

Las mismas cosas que odié de ti, fueron las mismas que me ofuscaron. Lo pulcro de tu vestir, lo sedoso que lucía tu cabello, tu postura firme, tu escritura prolija, tus modales. Todo eso era un buen combo que te hacía relucir desde el principio. Y de buenas a primeras, quería ser como tú. Por eso, (y quizá no debí) te miraba lejos de tu alcance e intentaba parecerme a ti. Todo me salía mal, por su puesto. Paré de imitarte cuando entendí que jamás podría ser como tú. Eras alguien inalcanzable. Una estrella destellante que solo se podía observar, pero no obtener.

El año siguiente traté de olvidar lo que hacía. Intenté no mirarte ni esperarte, pero terminaba haciéndolo de todos modos. Empecé a confundir todo, a cuestionarme. «¿Por qué lo sigo haciendo?» Y me dio miedo cuando pensé que tal vez me gustabas, por eso me convencía de que lo que hacía, era por costumbre.

Y estaba más que equivocado.

Pero eso lo entendí después.

La nevada de ese año fue crucial. Sé que no lo recuerdas, pero te aseguro que cada poro de mi piel si lo hace. Recuerda aquella sensación nerviosa, ese cosquilleo en mi estómago y alocado pulso.

Choqué contigo cuando no me fije por donde iba. Choqué contigo y aunque tu mirada sobre mi presencia no mostrara nada, mirarte tan cerca fue razón suficiente para poder parar el tiempo y sentir que éramos un eclipse. Tú eras el sol y yo era la luna.

Me quedé perplejo, ¡embobado!, en el suelo. Intenté disculparme contigo, más todo ese cosquilleo me mantuvo mudo. Terminaste por callar e irte y yo me permití liberar y sentir aquellas emociones que no identificaba que tenía tirado en la nieve aún. Y si, me quedó claro que mi diagnóstico era: "Patéticamente, loco enamorado por Kim Taehyung."

Todos los días siguientes fueron diferentes porque había una revolución en mi estómago; al verte, al mencionarte, al recordarte, al escucharte. Luego, detallar cada parte de tu rostro no sonaba loco. (Si hubiera podido, me hubiera atrevido a contar tus pestañas). ¿Y qué decir de tus gustos? Te gustaba el azul, tu comida favorita era el bibimbap (no sé si has cambiado de parecer), amabas tocar el piano y el violín, me enteré de que tu película favorita era la de Hachiko, también vi que te gustaban algunos manhwas que a mí también me gustaban (sin querer los vi debajo de tu mesa durante el recreo). Te juro que cuando supe, fue satisfactorio saber que compartíamos algo en común.

Tinta Sobre Papel | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora