really really

200 15 1
                                    

POV JINSOL


Nos conocimos desde que éramos unas niñas nuestra madres trabajan en la misma firma de abogados, coincidieron en un caso y se volvieron cercanas al poco tiempo de conocerse. Seguro que ese fue el presagio de lo que seríamos en el futuro.

Un par de mejores amigas inseparables.

Desde el primer momento en que la vi, a mis escasos 6 años y en mi inocencia de niña, supe que no querría volver a alejarme de su lado. Fue la primera amiga que tuve, tal vez eso fue uno de los factores que condicionó nuestra relación. Quería estar todo el día a su lado. Los berrinches de mi parte eran un martirio para mis padres, sé que más de una vez quisieron dejarme viviendo con ella para que no molestara más. Lastimosamente nunca lo hicieron más que en algunas ocasiones en que nos reunimos a hacer pijamadas. Tanto era el apego que nos teníamos que si yo no estaba en su casa, ella estaría en la mía.

Poco después empezamos a estudiar y con ello llegaron los problemas.

¿Por qué tiene que ser tan amable, amigable, tierna, hermosa y buena persona? No me parecía justo que hiciera tantos amigos. Mi lado posesivo la quería solo para mí, pero no, eso nunca pasó y tuve que empezar a convivir con la idea de que tendría más amigos mientras que yo solo la tenía a ella. Es un poco injusto si me lo preguntan.

Pero no podíamos hacer nada para cambiarlo. Ya conocía su forma de ser, así que no me sorprendió que se volviera amiga de todo el salón en cuestión de días. Todos querían sentarse a su lado, ir a comer con ella o salir a jugar. Más de una vez quise golpearlos y decirles que es mía. Pero no lo hice porque no está en mí, ser ese tipo de persona.

Somos muy diferentes y aún así, nos complementamos como si fuéramos almas gemelas. Nuestros padres suelen bromear con que parecemos una pareja casada.

Peleamos mucho, pero también nos reconciliamos con facilidad. Somos la debilidad de la otra y no podemos estar por mucho tiempo enojadas. Siempre habrá una que tendrá que tragarse su orgullo y hablarle a la otra. Así siempre fue y seguramente lo será por el resto de nuestras vidas.

Con el paso del tiempo empecé a cuestionarme cosas. Todo me resultó abrumador a medida que lo iba descubriendo; Para cuando tenía 13 años me di cuenta de que me gustaban las mujeres, siempre me parecieron más atractivas y geniales que los chicos, supongo que lo lesbiana estaba en mí desde que era una cría, cuando quería que la tierra me tragara si veía a mis compañeras cambiándose enfrente de mí, mientras que me daba completamente igual ver a un compañero sin camisa. Para cuando tenía 14 años le hablé a mis padres y al mundo sobre mis preferencias. Agradezco que en su mayoría fueran compresivos, sobre todo las dos personas que me dieron la vida, me apoyan y me cuidan de los malos comentarios de los demás que nunca faltan para amargarme la existencia. Lo bueno es que mientras ellos se pasan la vida cuestionando hasta como debo respirar, mis padres siempre me dicen que no les importa si es un chico o una chica con quien decido salir, lo importante es que sea feliz.

Ja, si supieran que con cualquiera de los dos que lo he intentado, he pasado más tiempo estando triste que feliz.

Ya para mis terribles 15 años, me di cuenta de algo que revolucionó toda mi vida. Me gusta mi mejor amiga, pero en plan, estoy tragadisima de su perfección. Fue tan abrumador darme cuenta de lo que sentía, pensar en que solo verla sonreír bastaba para que mi corazón acelerara sus latidos hasta por poco producirme una taquicardia, pensar en que una simple mirada es suficiente para hacerme doblegar, pensar en que solo necesita de un puchero para que yo quiera seguirla hasta el fin del mundo si así lo desea, pensar en que mientras pueda tocarla y tenerla a mi lado tendré la valentía para enfrentarme hasta a mis peores miedos. Todos estos detalles que cuestione de nuestra relación me hicieron asustar, tanto que la ignore por una semana, pensando inocentemente que eso cambiaría mis sentimientos o los arreglaría, cualquier cosa me servía para ese momento de desesperación.

I LOVE HER, BUT...   | | BAEWON | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora