Vicenta
—¿Podríamos poner que el le miente sobre..?—la voz de susan, mi editora empieza a escucharse lejana, un dolor en mi cabeza me deja atónita, bajo la mirada, una vara de metal atraviesa mi muslo, hay mucha, mucha sangre
—¡Lo siento!¡perdóneme!—alguien grita, apenas escuche, todo se vuelve negro.
—¡Santi!¡espérame! No me dejes—sollozo contra el suelo, la figura de mi hermano cada vez se ase más lejana, mientras que siento unas fuertes manos arrastrarme asia atrás, ahora encadenada, mi parte íntima duele mucho.
Abro mis ojos, la luz blanca me obliga a taparme los ojos. Nose por qué soñé con eso, no estuve allí cuando mi hermano me abandono, pero si estuve encadenada.
—Ya despertaste—una rubia de ojos marrones se acerca a mi—soy la doctora Wilson, en unos momentos vendrá el doctor cárdenas le dirá lo que quiera escuchar, apenas escucho, tengo una venda en mi cabeza, mi brazo también está vendado, como mi muslo
No le guardo rencor a mi hermano, entiendo que el se canso de cuidarme, de aguantar los golpes por mi, junto a mi esta mi celular, tengo varias llamadas perdidas, veo mi reflejo, tengo el labios inferior cortado, también la mejilla morada.
—Buenas tardes, señorita..—levantó la cabeza,un gran hombre, de ojos tan negros como la noche, barba semi crecida, mandíbula marcada, dios es tan..
—Ferrer.
—Bien señorita ferrer, sufrió un choque de auto, para su mala suerte había unos hombres con varas de metal, la que usted se clavo era de 30 centímetros, por suerte no le toco ningún nervio, recibió un fuerte golpe en la cabeza, por ahora no representa secuelas, y al caer sobre su brazo, por el impacto se le quebró.
¿Mi brazo? No no, no podre escribir, dios también tengo una firma, necesito recuperarme en cuanto antes.
—Yo.. muchas gracias, doctor—observo la etiqueta de su camisa de médico—cárdenas¿cuando podre irme?—Aquello ase que el hombre abra los ojos en asombro.
—
Una semana, si todo está bien, podrán darle el alta¿tiene a alguien a quien llamar para que le traiga todo lo que necesite?
—Si—levanto el celular, el hombre asiente, puedo notar cuando se va que la rubia lo mira hipnotizada.
Le mando unos mensajes a susan, quien enseguida responde, diciendo que traerá todo lo que necesite.
La noche llega rápido y junto a ella, susan, es una mujer de ojos cafes,y anteojos, cabello negro lacio, no es muy delgada pero tampoco gorda, y una hermosa y cuidado piel.
—Te traje todo lo que me pediste—deja el bolso sobre el sillón de la esquina—cepillo y pasta dental, ropa para que te bañes y ropa interior, tu lap tod, también los cargadores, audífonos, y tapones para los odios si los necesitas.
—Gracias, nose que aria sin ti, eres la mejor—sonríe. La puerta se abre, el doctor cárdenas entra junto ala rubia, ella revisa nose que cosa, no soy muy buena en esto de la medicina, le informa todo y salen de la habitación.
—¡Por dios!—la exclamación de la editora me ase reír—¿el es tu..?—asiento—Me enfermería más seguido si el es mi doctor—empiezo a reírme, lo cual no es muy buena idea, por que mi labio empiza a dolerme—tenia una idea—murmuro a lo cual ella se acomoda los lentes atentas a escuchar.
—Podríamos poner, que el siempre la amo, y que el echo de que casi nunca comparta tiempo con ella, será por las cosas inmorales que ella le ase sentir—me mira sorprendida. Cuando esta idea nació en mi mente, al principio quería relatar mi relación con mi hermano, pero luego cambié casi todo .
—Me gusta—mira mi bolso pensativo—te traje algo para que leas, en todo caso que quieras escribir, puedes usar la opción de audio—suspiro, ubiese deseado que se quebrara cual otra cosa menos el brazo.
—Si lo are, no tengo nada mejor que aser,¿me podrías pasar mi lap top?—ella con cuidado la agarra para dejarla sobre una almohada que puso sobre mis muslos, tiene muchas stikers pegados, pero el que más me gusta son uno de una sirena y tritón.
—Ya vengo—levanta su celular en el aire y se va dejándome sola, con mi brazo izquierdo ago lo que puedo, desiendo entres los correos asta que encuentro el de:Dr.cardenas.
☆☆☆
No tenía pensado subirlo hoy¡mañana o más tarde le corrijo los errores.
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Insanos Secretos
FanfictionVicenta es una escritora de cuentos infantiles bastante famosa, luego de un viaje que ase a los ángeles para lanzar su nuevo libro, se encuentra con un hombre que le recuerda su insano secreto. Santiago es un famoso médico cirujano, padre soltero, u...