One shots 2 | Anime, libros y más....

Muichiro Tokito / Demon Slayer

Genero:  Femenino

Palabras: 1001

Pedido:mochizukiemnn

Titulo: Amor contra el olvido

El sol comenzaba a despedirse, dejando un rastro de tonos naranjas y rosas en el cielo. Tokito Muichiro y Tn estaban sentados en la ribera de un lago tranquilo, reflejando el crepúsculo en sus aguas cristalinas. Era uno de esos raros momentos de paz que ambos cazadores de demonios podían disfrutar juntos.

— ¿Sabes? A veces siento que nuestras vidas son como un sueño —comentó Tn, mirando la danza de los colores en el cielo.

Muichiro se volvió hacia ella, su rostro serio pero con una dulzura característica en sus ojos. — ¿Un sueño? ¿Por qué lo dices?-

— Porque, como en los sueños, hay momentos que simplemente se olvidan con el tiempo. Y temo que un día nos olvidemos de todo lo que hemos vivido juntos.-

Muichiro bajó la mirada, sus dedos jugueteando con la hierba a su lado. Él sabía exactamente a lo que Tn se refería. Su habilidad para olvidar cosas, incluso personas importantes, le había causado mucho dolor en el pasado. El simple hecho de pensar que pudiera olvidar a Tn, la persona que le había enseñado a amar y sentir de nuevo, lo aterraba.

— A veces —comenzó Muichiro, la voz quebrada—, siento que soy una carga para ti. Temo que un día me despierte y no recuerde quién eres o lo que significas para mí.-

Tn tomó la mano de Muichiro entre las suyas, dándole un apretón suave. — Muichiro, tus olvidos no te definen. Lo que realmente importa son los momentos que compartimos, las risas, las batallas, las lágrimas. Y aunque hayas olvidado algunos momentos, yo siempre estaré aquí para recordarte.-

— Pero, ¿y si un día no puedes? ¿Y si un día te olvido por completo?-

Tn sonrió, aunque había una tristeza evidente en sus ojos. — Entonces, cada día, te volveré a contar nuestra historia. Te recordaré lo mucho que te amo y todo lo que hemos pasado juntos. No permitiré que nuestra historia se pierda en el olvido-

Muichiro miró a Tn, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. — No sé qué hice para merecerte, pero te prometo que lucharé contra mis olvidos. No quiero perder ni un solo recuerdo contigo-

— Y yo estaré aquí, a tu lado, ayudándote en esa lucha-

Ambos se miraron, perdiéndose en los ojos del otro. En ese momento, todo lo demás parecía desvanecerse, dejando solo a Muichiro y Tn, unidos por un amor inquebrantable.

Los días pasaron, y como cualquier pareja, Muichiro y Tn tuvieron sus altos y bajos. Hubo momentos en los que Muichiro olvidaba cosas, desde pequeños detalles hasta momentos importantes. Sin embargo, Tn siempre estaba allí, con paciencia y amor, recordándole todo lo que habían vivido juntos.

A pesar de los desafíos, ambos se esforzaron por crear más y más recuerdos juntos, sabiendo que cada uno de ellos era una victoria contra el olvido.

Con el tiempo, Muichiro comenzó a desarrollar métodos para recordar. Escribía pequeñas notas y las llevaba consigo, creaba dibujos de sus momentos juntos y los colgaba en las paredes de su hogar, y siempre, siempre llevaba consigo un colgante que Tn le había regalado, como un recordatorio tangible de su amor.

__________________________________________

El sol en la aldea de los herreros brillaba de una manera especial, reflejando los resplandores de metal que los artesanos trabajaban incansablemente. La fragua ardía con una fuerza renovada, al igual que el corazón de Muichiro. El viaje a la aldea había desatado una serie de recuerdos que parecían haber estado enterrados profundamente en su mente.

Esa noche, mientras el sonido del martillo contra el metal resonaba en la distancia, Muichiro se sentó junto a Tn frente a una hoguera. La luz de las llamas iluminaba su rostro, revelando una expresión de determinación y claridad que Tn no había visto en mucho tiempo.

— Tn, hay algo que necesito contarte —comenzó Muichiro, tomando sus manos entre las suyas.

Ella lo miró con atención, sintiendo una mezcla de anticipación y miedo. — ¿Qué sucede, Muichiro?-

— Durante mi tiempo aquí, algo ha cambiado en mí. Las fraguas, el sonido del metal, todo ello ha avivado recuerdos que pensé que estaban perdidos. No solo de mi pasado, sino también de nosotros-

Tn sintió que su corazón latía con fuerza. — ¿Recuerdas?-

Muichiro asintió. — Sí. Recuerdo a mi hermano, el amor que compartimos, el dolor de su pérdida. Pero también recuerdo cada momento que hemos compartido juntos, cada risa, cada lágrima, cada batalla. Todo está claro en mi mente, como si nunca lo hubiera olvidado-

Tn sintió una mezcla de alivio y alegría. — Oh, Muichiro...-

— Tn, lamento no haber recordado antes, lamento cada momento de duda, cada olvido. Pero quiero que sepas que, ahora que he recuperado esos recuerdos, haré todo lo posible por mantenerlos vivos-

Ella sonrió, lágrimas de felicidad rodando por sus mejillas. — No importa el pasado, lo que importa es el presente y el futuro que construiremos juntos-

Muichiro la abrazó con fuerza, como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento. — Gracias, Tn. Gracias por estar siempre a mi lado, por ser mi luz en la oscuridad-

Ella lo apretó con fuerza contra su pecho. — Siempre estaré contigo, Muichiro. Siempre-

A partir de ese día, Muichiro y Tn enfrentaron juntos cada desafío que se presentó en su camino. Con la recuperación de sus recuerdos, Muichiro se sintió más fuerte y determinado que nunca, decidido a proteger a sus seres queridos y a luchar contra cualquier adversidad que se interpusiera en su camino.

Y aunque la vida de un cazador de demonios estaba llena de peligros y desafíos, ambos sabían que, mientras estuvieran juntos, no había nada que no pudieran superar. Porque los recuerdos y el amor que compartían eran más fuertes que cualquier oscuridad o adversidad que pudieran enfrentar.

Con el tiempo, la aldea de los herreros se convirtió en un refugio para ellos, un lugar donde podían encontrar paz y tranquilidad, lejos de las batallas y los demonios. Y mientras el sol se ponía en el horizonte, Muichiro y Tn se sentaban juntos, mirando el cielo, agradecidos por cada día juntos y por el amor que compartían.