Prefacio

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Las calles de Beacon Hills se habían congelado por un invierno crudo, la mayor parte de las familias se refugiaban en su casa gozando del calor de sus seres queridos. Pero dos de ellas vivieron una tarde distinta a las demás.

En una de ellas, la líder del hogar sintió como una energía abrumante y oscura empezaba a recorrer los alrededores de las calles y el bosque de la ciudad, algo estaba sucediendo e iba contra el balance natural. 

Como protectora de la ciudad se alejó de su hogar y comenzó a caminar buscando la fuente de aquella energía. Tuvo que caminar por varios minutos y concentrar todos sus instintos para llegar al origen, sin embargo, cuando se sentía más cerca de llegar toda esta energía fue cortada de golpe como si nunca hubiera existido.

A lo lejos pudo ver a una pequeña niña pelirroja que no aparentaba más de dos años tocando desesperada una puerta esperando que le abrieran. Con varios sentimientos encontrados y aun la confusión creciente, empezó a acercarse a aquella casa creyendo que alguna familia desalmada había dejado a la niña afuera.

 —¿Pero ¿quién toca así? Noah ve a abrir tengo que terminar de darle de comer al bebe —se escuchó una voz femenina que hizo detener sus pasos y esconderse detrás de unos árboles sin dejar de observar el lugar.

Vio la puerta abrirse y al alguacil de la ciudad mirar extrañado a la pequeña niña que ahora estaba abrazada a sus piernas mientras lloraba.

—¿Dónde están tus padres pequeña? —el alguacil miro a todos lados fuera de la casa tratando de buscar a quienes habían dejado a la niña en su casa— ¿cómo te llamas? —le intento hablar agachándose hasta estar a su altura, pero la niña no respondió solo se aferró más a él.


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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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El secreto de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora