Más alla de los Colmillos

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Te conocí, lobo mañoso, 
arriando puras ovejas, 
pero yo, distinta a todas, 
siempre fui la oveja negra.

Tú, lobo genuino, 
de ojos grandes, 
orgullo en alto, 
dientes divinos, 
quisiste pasarte de listo, 
pero conmigo no.

No conozco lenguaje 
más sensual que mi propio pelaje, 
osado y ralo, 
el que llevo con orgullo.

En cada mano sostengo 
un espiral de energía sideral, 
y lejos de lobos 
mantengo mi amor, 
intacto, impenetrable, 
donde ningún lobo 
puede alcanzarlo.

Así que, lobo mañoso, 
puedes seguir arriando, 
pero mi senda es otra, 
una que no teme 
a tu astucia ni a tus colmillos, 
pues soy la oveja negra 
que se mantiene firme, 
lejos del rebaño, 
lejos de ti.

Las Rimas que Nacen del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora