Infinito

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Cuando el cielo llora
y las nubes se enfurecen
aquella solitaria gotita de agua
se desliza con lentitud
por la ventana.

Se le une otra a la carrera
burlando con llegar
primero a la meta;
allí comienza
la intrépida travesía
llena de astillas y rocas,
pero también
nuevos amaneceres y alegrías.

Tan lejana
se ve ahora la soledad
y tan cercana
se nota la compañía.

A cada mirada amarga
una de caramelos
tu me regalas,
despejas mis días
y le atribuyes música
a mis tonterías.

Estuve perdida
en la violenta tempestad,
entre vientos de mentiras
y nubarrones de confusiones.

En tu balsa
de tablas mal acomodadas
a tierra firme logramos llegar
Y solo entonces,
las atroces mareas
con coraje pudimos derrocar.

Agradezco al cielo,
al sol
y a la luna
por una amistad como la tuya,
pues de esas
ya no queda ninguna.

No importan los años,
no importa el tiempo,
deseo que por siempre
nuestras risas
queden mezcladas con el viento,
que nuestras lágrimas
recorran cuesta abajo las montañas
y los enojos
pasen a ser ese estruendoso rayo
que anuncia
El final de la tormenta,
que nuestros logros y alegrías
sean ese hilo de luz
que da inicio a un nuevo día
y que con cada gota,
la lluvia cuente entre susurros
nuestra historia de amistad
por lo que resta de eternidad.

Poemas de mi sentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora