𝑼𝒏 𝒄𝒂𝒍𝒊𝒅𝒐 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓. *＊✿ 𝑻𝒂𝒏𝑴𝒖𝒊 ✿＊*

° Cap : 8.

Los rayos del sol de la tarde, tibios, golpeaban con suavidad la blanca piel de Muichiro. Quien se encontraba al lado de Tanjiro, en el futón, estos estaban cubiertos con una sábana que si bien, era algo delgada, estaba lo suficientemente cálida para mantenerlos a una temperatura normal a ambos chicos.

- Estoy algo cansado. - Habló Tokito, con los ojos cerrados mientras se aferraba al pelirrojo y su haori, el mayor le miró con curiosidad y claro cariño. - Me encantaría descansar todo el resto del día y si pudiera, hasta mañana, pero debo de reponerme por qué tengo que seguir entrenando a algunos cazadores mañana.

- Bueno, entonces supongo que tendremos que disfrutarnos el día, ya que seguramente estarás ocupado el resto del día de mañana.

- También puedes pasar el rato con Tomioka-San, ¿No? He visto que son amigos cercanos.

- Si, Tomioka-San es una persona muy agradable, quizás algo tímido, pero es alguien muy bueno si te das el tiempo de conocerlo. - Muichiro sonrió al escuchar esas palabras, su novio era una persona tan gentil y dulce.

Se levantó con cuidado, posicionándose a un lado del de ojos granate y depositando un beso ligero en la frente del otro chico, luego de ello acaricio lentamente su mejilla.

- Eres el chico más bueno que conozco, ¿Lo sabías? - Tanjiro no pudo evitar reírse ante esto, se sentó en el futón y tomo a su novio por las mejillas, dejando un beso, igualmente ligero, en la punta de su nariz. - Y eso solo reafirma mi idea.

- Tú también eres alguien muy dulce, Muichiro, tu sonrisa de verdad es realmente linda. - Menciono, aún teniendo el fino rostro del Hashira entre sus manos. - Te amo.

El corazón de Tokito se detuvo por un momento, te amo... Era una palabra muy fuerte y de un significado tan bello, se sentía afortunado de ser aquel que recibiera el afecto de Tanjiro. Además, no era como si se lo dijesen tan seguido y tan directamente.
Muichiro cerró los ojos por un momento, tallandose entre las cálidas manos del Kamado, quería sentir su piel, grabarse de memoria el patrón de las palmas de su novio. Con una sonrisa decorando su rostro, habló nuevamente.

- Yo también te amo, Tanjiro. - Le respondió en un tono suave y dulce a la par, ambos chicos se quedaron en silencio un rato, disfrutando el rato que compartían.

El pelirrojo depósito un beso ligero en los labios de Tokito, un beso algo duradero pero que demostraba el inmenso amor que le tenía.

- Debo irme, Mui, no quiero hacer esperar mucho a Tomioka-San. - Aunque en realidad no quería irse, le hubiera encantado quedarse allí el resto de su vida, acurrucado al lado del chico que amaba, simplemente descansando suavemente sobre su pecho, escuchando el dulce palpitar de su corazón..

- Está bien, está bien, te dejare ir, solo por esta vez.

Ambos soltaron una risita algo sonora, una risa tan dulce como adorable. Acomodaron sus prendas y Muichiro acompaño a Tanjiro hasta la salida de su finca, se detuvieron de nuevo en la entrada de la misma, Tokito le sonrió con carisma, recibiendo un dulce beso sobre la frente mientras los tonos naranjos del ocaso.

- Quizás mañana pueda... venir a verte un rato e ir a desayunar a algún lugar. - Tanjiro desvió la mirada por un momento, sonrojandose mientras sonreía. - Ya sabes.. Quizás comer algo de fideos, hacer una competencia.

- ¿Una competencia? Oh vamos, ni siquiera pudiste ganarme en la competencia de aviones de papel, Tanjiro. ¿Quien te asegura que vas a ganarme en esta? - Ambos se fueron ante el comentario.

Era momento de irse, se tomaron de las manos con algo de fuerza, teniendo algo de incomodidad para poder soltarse, el solo sentir que la piel del contrario se les iba, era terrible.
Pero tenían tiempo libre los días siguientes, ¿No?.. Igualmente, el entrenamiento que brindaba Muichiro ya no era tan concurrido, muchos de los cazadores ya habían pasado de etapa o se habían retirado y solo algunos cuantos pasaban por allí.

- Nos vemos luego, te amo, Mui...

- Ve con cuidado por favor, te amo mucho más, Tanji...

Finalmente, Tanjiro comenzó a caminar en dirección a la finca de Tomioka, y Muichiro lo observó hasta que se hizo tan pequeño a la distancia que se perdió en los tonos del ocaso y las sombras de los árboles.

Cuánta calma, cuánta paz.

Esperaba que pudiera perdurar para siempre. Al ser un Hashira y un cazador, su vida se veía limitada, demasiado.. Y ahora que sabía que al despertar la marca de cazador no viviría mucho...

Lo único que deseaba era vivir lo que le restaba junto a las personas que quería, sus amigos, sus compañeros, Tanjiro...

Tokito regreso al interior de su finca, observando todo con detenimiento. La noche cayó tan pronto que ni siquiera se dió cuenta.

Cuánta calma.

Este ambiente tan tranquilo le recordaba los días en los cuales regresaba de ayudar a su padre, observando el hermoso cielo estrellado y las nubes ligeras que se posaban en este.

Pasaron algunos minutos, minutos que se convirtieron en una hora. Se había acostumbrado a dormir tarde o de plano no dormir, no tenía un buen horario de sueño, pero eso ahora ya no le afectaba demasiado como los primeros días.

Cuánta... Calma...

No fue hasta que apareció su cuervo, su voz siendo más alta y angustiada de lo habitual.

Los ojos menta del chico se abrieron con horror y preocupación de inmediato al escuchar las palabras.

- ¡Llamado de emergencia, llamado de emergencia!

"¡¡Ataque a la Residencia Ubuyashiki!!"

"¡¡Ataque a la Residencia Ubuyashiki!!"

Se puso de pie tan pronto y salió tan rápido que ni siquiera se dio cuenta cuando salió corriendo de su finca, su corazón latiendo con fuerza con un sinfín de emociones acumuladas en su interior, reteniendolas lo mejor que podía para no jadear de preocupación o llorar por los terribles escenarios que se formaban en su mente.

"¡Oyakata-Sama!"

Pensó, el sudor frío recorriendo sus mejillas.

Sabía que este solo era el inicio del fin...

No estaba preparado.

No para esto tan pronto.