Last Coffee

-9-

Pov Mae

No sé cuánto tiempo llevaba moviendo bandejas y copas de un lado a otro.

Finalmente tocaba servir la comida de verdad.

Sentía tres miradas persiguiéndome, una me apuñalaba la espalda y se fijaba en si cometía el mínimo error y las otras dos me desgastaban la nuca y lo que no era la nuca, la diferencia era que uno de ellos lo hacía como un depravado sexual y la otra más o menos igual pero con algo más de delicadeza además yo sé qué seguía más mis movimientos que el balanceo de mis caderas.

Atención que paso por la primera mirada mientras repartía los entrantes, está se hallaba en la mesa 9.

*Hey Charles, mira que culo se carga la camarera, yo le daba.

Y como necesitaba el dinero efectivamente me limitaba a sonreír pero a este gilipollas le escupo en el primer plato.

Sin embargo las dos siguientes miradas se sentaban en la misma mesa, ahora os cuento pero tengo que ir primero a la cocina a por la sopa.

+¡Mae por favor, encárgate de las mesas impares!

-Vale, África.

Salí bandeja con platos en mano y ahora sí… atentos.

*Venga niña rapidez, sí quieres trabajar aquí tendrás que darte más brío eh.

+Madre déjala, es su primer día aquí y lo está haciendo muy bien.-intenté transmitirle mi agradecimiento con la mirada al posar la sopa frente de sí, la hija de Maléfica era maja así que de paso le regalé un pequeño pero juguetón guiño-.

Seguí repartiendo los platos mesa 3,5,7 y 9.

Yo me encargaba de la primera sección, la más importante la de los jefazos junto a Ksenia sino fuese por ella no daría a basto, ella las mesas pares y yo las impares.Ksenia era una chica rusa lo mismo era camarera que un ángel de Victoria's secret. Pero supongo que nunca lo sabré.

+Noa, ¿esa camarera te acaba de guiñar el ojo?

-George, cállate.- ¿Os acordáis cuando dije que odiaba a la familia Rojo?, vale pues no del todo, George me caía bien pues detestaba estos eventos tanto como yo así que actuábamos como bellacos para escaparnos durante el cotillón.

¿El problemita? Nuestros padres intentaban juntarnos pero éramos amigos y bueno digamos que no cumplimos los requisitos para como decirlo… le gustan los tios. Esta cantado, ya lo sé es un cliché pero joder es lo mejor que me podría haber pasado.Yo hago como que me molesta pero le tiro la caña y el es un incordio que no para de sobarme durante toda la velada, así parece que nos llevamos mal pero que nos tenemos ganas, por ende cuando desaparecemos nuestros padres no dicen ni pio. Un enemies to lovers de película.

-Luego te cuento Jorgito, por cierto ¿has localizado ya al francés buenorro?

+Oui, Madame.

*Noa.-me llamó con su voz de pito-.

-Dígame señor Thiago.

*¿Sabías que George ganó hace dos días el campeonato de tenis?

-No tenía ni idea señor, con los brazos flacuchos de su hijo era inconmensurable.

+¿Flacuchos? toca, toca.-decía ofendido  apretando el brazo,me encanta meterme con él-.

Efectivamente toqué, esa sería la primera vez a lo largo de la noche y ojalá la última.

Seguimos conversando sobre temas banales durante un rato, apenas prestaba atención, prefería seguir con mis ojos a la pelirroja.

Pov Mae

-¡Eh!, ¿qué haces inútil?.

Y todo el mundo se giró, todo el mundo menos ella, que ya me había estado mirando.

El estruendo de la bandeja cayendo al suelo fue el pistoletazo de salida para las miradas furtivas del resto de comensales. Lo que no me esperaba es lo que iba a suceder en 3,2,1.

Noa se levantó de su silla se acercó al amiguito de Charles y le cruzó la cara, vaya revés chavala.

+Como vuelvas a tocar a cualquier persona de forma obscena y sobre todo sin su consentimiento en mis instalaciones haré que se destape tu supuesta empresa de los Pirineos imbécil.-En ese momento pude cerciorarme de que el infierno nacía en sus ojos y que no quería enfadarla en lo que me quedaba de vida-.

Le escupió en la sopa, me agarró de la muñeca y me llevó con ella a la alacena de la cocina o eso creo yo no estaba asimilando nada.