Un día te vi, y un día me alejé de ti en mis pensamientos. Fuimos dos hermosas almas que se juntaban para explorar, para acariciar la melancolía del primer beso. Algo intrigante estaba en mi mente cuando me declaré por primera vez. Supe de inmediato que podríamos ser almas gemelas, y eso me mató del susto porque no dudé en creerlo; fue lo primero que vino a mi mente.
Eres bella, y yo soy horroroso. Es tan simple, con tan solo verlo me siento arrepentido. Estoy sin causa, sin razón, frente a tus besos, y esos lamentos me niegan tu libertad. La libertad que un día descubrí gracias a ti, porque tú fuiste quien me quitó la venda de los ojos; algo tan incierto, algo tan genuino de ver.
En una hora seremos humo, en una hora habremos muerto. En poco tiempo seremos ceniza, y esa sonrisa que estaba clavada en tu alma habrá desaparecido. Como si fuera magia, en ti veo el futuro, y en ti veo mi presente. Es tan desgarrador no saber cuál de los dos es el mejor camino con tan poco tiempo.
Oh, te amé, te quise lo suficiente como para odiarme y sentirme tan pequeño. Esos besos tuyos ya no rondan mis labios, esos sueños que compartíamos ya no son solo uno. Ahora solo somos el humo que está gris y habita el mundo. Si te amara, si te odiara.